Esta novela está inspirada en hechos reales de nuestra historia contemporánea
Dedicada a quienes les robaron su Infancia, su Inocencia y su Dignidad
Prólogo
¿Puede una víctima convertirse en verdugo ¿Hasta qué punto los traumas infantiles pueden llegar a marcar nuestras acciones y formas con las que nos relacionarnos con la sociedad cuando llegamos a adultos ¿Creemos vivir en un estado libre y democrático o no somos más que un rebaño de ovejas conducido por lobos
Estas son las cuestiones que vertebran "Reino de Sombras", una historia sobre el escándalo de la pederastia en España, que ha salpicado durante décadas a cientos de miembros de la iglesia católica, así como el pacto de silencio e intercambio de favores que el poder eclesiástico mantuvo con los gobiernos de Aznar y sus círculos más cercanos.
"Reino de Sombras" es una novela que, con la apariencia de thriller policíaco, posee un trasfondo psicológico que pretende que nos cuestionemos si la justicia hecha por los hombres responde realmente a las necesidades de la sociedad que se rige por sus normas.
Sinopsis
España, octubre de 2010. En las semanas previas a la visita del papa Benedicto XVI a nuestro país, varios asesinatos rituales de miembros de la Iglesia católica, bajo una macabra escenografía, ponen en jaque el dispositivo de seguridad para la comitiva papal. Candela Santos, inspectora de la Comisaría General de la Policía Nacional de Madrid, al mando de un grupo especial de investigación creado a tal efecto, contará con la colaboración de Gonzalo Sanmartín, profesor y catedrático de Historia Medieval. Sus excelentes conocimientos sobre el Santo Oficio le convertirán en una de las piezas clave para entender el trasfondo del caso. Al equipo se unirá Juan Miguel Garmendia, doctor en Medicina en la Cátedra de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid, lo que le convertirá en otra pieza fundamental para desgranar el perfil psicológico del mal al que deberán enfrentarse.
El equipo de la inspectora Santos, junto a su compañero y también inspector Óscar Sánchez, intentará resolver los casos contra reloj mientras se enfrenta a un poder en la sombra que conspirará para silenciar los peores pecados cometidos por parte de algunos miembros de la Iglesia.
El titulo, la antítesis víctima/verdugo y la introducción nos anticipan una novela que une misterio, acción e intriga, con la mención inicial de un personaje central (la inspectora Candela Santos) que no deja lugar a dudas a sobre el tipo de narrativa que se ofrece. Basta analizar en campo léxico de la breve introducción para valorar lo que encontraremos: asesinatos rituales, iglesia, macabra, jaque, contra reloj, poder en la sombra...
Llama la atención en primer lugar el aspecto de forma, con una redacción cuidada y el uso de una buena narrativa descriptiva, Es una descripción a la vez metódica y ágil, que permite una lectura fluida. La primera escena es muy visual y a la vez se recrea en las referencias a los sentidos: solo se perciben las pisadas de sus zapatillas, grito potente y desgarrador (sentido del oído); el olor a cera e incienso quemados (sentido del olfato); frío suelo (sentido del tacto); visión de la dantesca escena (sentido de la vista)...
Los primeros capítulos recrean secuencias de escenas similares en diversos lugares eclesiásticos emblemáticos, que llevan de manera directa y clara a una trama de crímenes con similitudes evidentes. Como toda buena novela del género, entra de lleno en lo que denominamos “conflicto narrativo”, que se agrava por la recurrencia y características de los mismos.
Me ha parecido interesante la aparición de los personajes protagonistas. en contraste con el dramatismo que presentan los tres asesinatos descritos. La de Gonzalo Sanmartín se produce en un entorno lúdico, luminoso y que destaca lo cotidiano (la familia, la amistad, el deporte, la comida...). Es una novela que pone en acción a los personajes de una manera natural, efectiva; entra de lleno en lo coloquial y las relaciones cotidianas, con las que es fácil identificarse. Y con un uso muy fluido de los diálogos, otro recurso que contribuye al dinamismo narrativo. Cruces a veces de parlamentos muy breves y alternos, a través de los cuales se muestran los hechos (en lugar de “explicar”, que es siempre un error en narrativa). La primera mención a Candela se realiza de un modo muy natural, integrado en las acciones cotidianas del personaje de Gonzalo. Me ha parecido curiosa la referencia metaliteraria al libro de Gonzalo también titulado Reino de Sombras.
Desde las primeras líneas se aprecia un uso variado y escogido del léxico. Con una redacción muy amena y de calidad, con variedad en el aspecto argumental, es una narración que enseguida pone en escena a los personajes y que desde el primer párrafo mete al lector en la historia de una manera efectiva. Desde el inicio, el tono engloba lo misterioso, con una gran dosis de intriga. Buen uso de las descripciones, claras, breves, ágiles y bien dosificadas; entrando en detalles a veces pormenorizados pero en ningún caso retóricos ni “recargados”.
Debo decir que me ha alegrado ver que Gonzalo hace una pregunta que a mí particularmente me vino enseguida a la cabeza: “¿si los asesinatos se producen en Sevilla, Barcelona y Santiago, por qué se investigan en conjunto desde otra ciudad?”.
Me parece una novela original, desde los patrones de su género; que se adentra por un lado en situaciones cotidianas, muy reconocibles y que resultan cercanas, y por otro en lo inusual; es una historia que maneja bien los contrastes y lo enigmático. Por cuestión de tiempo solo he leído 30 páginas y no puedo comentar la línea argumental en su conjunto; pero hasta donde he leído puedo asegurar que me ha dejado con muchas ganas de seguir leyendo, de leer la obra completa. Es una novela con continua ‘acción dramática’ (y al mismo tiempo pausada, sin “estridencias”) y además se realiza de modo muy efectivo el proceso de identificación con los personajes. Supongo que irá a más y que la tensión se acrecentará, de ahí la “necesidad” de seguir leyendo...