CUANDO LA LLUVIA CAE

Cuando la lluvia cae

            Parado en el trozo de senda que pasa por delante de la cueva, estuvo un buen rato. Mirando y meditando. Y, mientras dudaba sin entrar, detenerse y quedarse, cayó en la cuenta de dos o tres cosas muy concretas. Algo que, en los días en que ella estuvo, deseo muchas veces compartir y no pudo. Sin embargo ahora, mientras miraba a la cueva y la recordaba, para sí se dijo:

            “A veces es duro pero, cuando pasa el tiempo, uno comprueba que es lo mejor. Que hay que seguir avanzando por el camino en busca de cosas nuevas. Que no es bueno pararse, refugiarse en el recuerdo y ahí, para siempre quedarse. Esto es bueno en alguna ocasión y para un momento pero no puede condicionar por completo. A veces es duro y, sobre todo, cuando ya uno es viejo. Pero, en ocasiones, no queda otro remedio. Aunque también es bueno tener grandes recuerdos para desde ellos, construir el futuro. Es necesario avanzar siempre sin olvidar nunca lo que nos va quedando por detrás”.