ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA

Jean Charcot-Marie fue el primer científico en definir la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) que se caracteriza por ser una enfermedad neurodegenerativa que actúa atacando a las motoneuronas las cuales se encuentran en el cerebro y médula espinal. También es conocida como la enfermedad de Lou Gehrig. Estas neuronas son las que mandan señales a los músculos voluntarios haciendo así que los podamos controlar, entre otros los músculos de las piernas o brazos. Su inicio suele ser leve, causando problemas musculares leves y poco a poco, va progresando la degeneración de los músculos haciendo que el sujeto pierda la fuerza y no pueda moverse por sí mismo, afectando por tanto a las actividades básicas de la vida diaria, llegando a producir insuficiencia respiratoria siendo esta una causa de muerte de dicha enfermedad.

Prevalece el desarrollo de la enfermedad sobre el género masculino frente al femenino oscilando entre una edad 40-60 años su aparición. Actualmente no hay una prueba o procedimiento para dictaminar el diagnóstico de ELA. Se utilizan una serie de procedimientos como pueden ser electromiografías, analíticas de sangre y orina (donde observamos la electroforesis de proteína del suero alta, niveles de la hormona tiroidea y paratiroidea en sangre y la detección de metales pesados en orina), punciones lumbares, mielogramas de la columna cervical, radiografías, resonancias magnéticas, biopsias de los músculos y nervios, todas estas pruebas se complementan con un estudio neurológico completo. Estas pruebas las solicita un médico y con los resultados obtenidos y el examen físico se puede llegar a dictaminar el diagnóstico. No existe cura para dicho diagnóstico, pero actualmente las medicinas pueden paliar los síntomas y mejorar la calidad de vida de estos pacientes.

El objetivo principal de esta investigación es estudiar las características que se observan en las distintas analíticas para la confirmación de dicha enfermedad.