las alpargatas viejas

Un cuento es ya un libro él solo; un libro cortito, pero completo. Y nada nos dirá un cuento del resto del libro del que forma parte, de la misma manera que nada nos dirá de él el resto del libro. De ahí la dificultad que entraña decir algo que resuma un libro de cuentos. Pero algo hay que decir, pues se espera que el lector busque algo en la contraportada del libro. A tal fin, todo lo que se me ocurre es transcribir sendos fragmentos del primer cuento y del último; que también, y por lo dicho, de decir algo, sólo lo dirán de sí mismos.

"La primera angustia ha pasado, y ahora explora con meticulosidad aquella piel suave y gastada, que emerge como un paisaje entrañable en la oscuridad de la alcoba, en donde el pasado no logra suplantar al presente, pues estas manos son las de ayer, las de hace una semana, un mes, y conservan todo aquello de siempre, más lo ganado por el paso de los años. Está a salvo: ella lo sujeta por las manos." (La última hora del día)

"Pero Andrés tampoco tenía tal fácil la alegría. En su caso era por culpa de unas alpargatas viejas. Una vez le preguntó a su madre por qué ellos no tenían alpargatas viejas, y ella le contestó que porque eran pobres." (Las Alpargatas viejas)