Foro para escritores de Bubok

Tres haikus.

Dice la vida:
Un día menos
es siempre un día más.

Dice la muerte:
Un día más
es siempre un día menos.

Dicen los hombres:
Largos son ¡ay! mis sueños;
cortos, mis días.

Un saludo.

Francisco J. Alonso

ASISTOCOEXISTODESISTOEXISTOINSISTOPERSISTORESISTO

Un saludo.

Francisco J. Alonso

¡Por los Tacañones! Subisto, no la he visto.

Gracias, boatswain.

Un saludo.

Francisco J. Alonso

De Andreas Gryphius, poeta y dramaturgo alemán que vivió entre 1616 y 1664, el primer cuarteto de su soneto "VANITAS VANITATVM ET OMNIA VANITAS".

Ich sehe wohin ich seh, nur Eitelkeit auf Erden.
Mire donde mire, veo sólo vanidad.
Was dieser heute bawt, reisst morgen jener ein;
Lo que éste construye hoy, mañana lo derruirá aquél;
Wo itzt die Städten stehen so herrlich, hoch und fein,
Donde ahora se levantan ciudades tan espléndidas, altas y distinguidas
Da wird in Kurtzem gehn ein Hirt mit seinen Herden.
Allí pronto un pastor con sus rebaños irá.

Un saludo.

Francisco J. Alonso

Son ya cuatro los poemas presentados. Yo creo que el tema elegido es muy sencillo.

Con la intervención de Francisco me he acordado de cuanto traté a Gryphius en mi "Gaceta de las Ciencias, Artes y política del siglo XVII". Hablando de la Guerra de los Treinta años, decía:

La arrasadora guerra que se ha desarrollado en territorio alemán y que tan sentidamente cantó Gryphius no ha impedido sino que ha inspirado parte de su obra, como ‘Las lágrimas de la patria en el año de 1636':

Estamos destrozados, perdidos, arrasados.
Los pueblos insolentes, las trompas furiosas,
la espada untada en sangre, el cañón retumbante
devoran los sudores, cuidados y alimentos.
El fuego está en las torres, la iglesia derrumbada,
el cabildo en ruinas, los bravos mutilados,
deshonradas las vírgenes, y en todas partes vemos
que la peste y el fuego las almas van matando.

 Los esfuerzos de este poeta por actualizar el teatro alemán han sido ingentes. Cabe recordar que ha sido autor de la primera ópera en este idioma, Daphne. Sin embargo, es en la poesía donde alcanza sus mayores alturas y donde refleja mejor la amargura que la guerra deja en el alma humana.

¿Qué somos los humanos? Albergue de dolores,
pelota del azar, errante fuego fatuo,
teatro del temor y la contrariedad,
nieve fundida en breve, candelas consumidas:
la vida nos escapa como burlas y charlas.

Los que antes depusieron la túnica del cuerpo
e inscritos se encuentran en el libro de los muertos,
borrados están ya de nuestros corazones.
Como un sueño vano que cae en el olvido,
como se pierde el río al que nada detiene,
así desaparecen fama, nombre y honor.
Lo que ahora alienta perecerá ya pronto,
a la tumba nos siguen los que nos continúan,
y desaparecemos cuál humo entre los vientos.

Pues sí, Carlos, Andreas Gryphius, ante todo, sin olvidarnos de su arte, es un hombre hijo de su tiempo, el de la Guerra de los Treinta Años, que mermó en un tercio la población de los distintos principados y reinos del Sacro Imperio, especialmente aquellos que han terminado siendo Alemania.

Muchas gracias por esta pequeña lección que nos has dado. ¿Por qué será que a los matemáticos os gustan tanto las letras, más allá de las que aparecen aquí y allí en cualquier ecuación?

Un saludo.

Francisco J. Alonso

Recordar a Paul Verlaine con su "Canción de otoño"

Si te refieres, silenciovacio, a esos tres haikus que publiqué ayer o anteayer, sí, son míos. Todo lo que aquí lleva mi sola firma, es atribuible únicamente a mí, mi inspiración y mi musa, si la hubiera. De lo demás, tengo por costumbre y aún defecto académico citar siempre la autoría y, si puedo, la obra.

Gracias por tus gratas palabras.

Un saludo.

Francisco J. Alonso

Francisco, no todos los matemáticos tienen nostalgia de las letras perdidas, pero sí muchos, es cierto. Lo vemos como una parte importante del ser humano que deseamos desarrollar más.

Sin embargo, los que estudian humanidades no tienen, en general, los mismos deseos de saber de ciencia y matemáticas, curiosamente. No obstante, el universo, como dijo Galileo, está escrito en ese lenguaje. 

No, claro que no todos los matemáticos, Carlos; como tampoco todos los de letras, aunque en nuestra época de estudiantes pudiera llegar a ser así, guardamos eterno odio a las Matemáticas.

En mi caso, debo decir que, quitado de encima el peso de lo obligatorio, me he ido interesando, quizá sólo  como un curioso más, sin mayores pretensiones, por la Ciencia y el mundo de los números.

Y tengo por uno de los momentos más extraordinarios -por inesperado, pues nada estaba haciendo yo relacionado con ello- de mi  vida intelectual, aquel instante preciso en que en mi mente, no sé cómo ni por qué, se hizo claro y transparente que si a un número natural le sumamos nueve y a su vez sumamos sus cifras hasta reducirlas a un sólo dígito... nos dará el número inicial al que sumanos nueve. ¿Por qué? No lo sé.

Por cierto, y por aquello de que soy de letras y filólogo: que sepáis que cuando en español decís "cien", estáis diciendo literal y diacrónicamente: "diezdiez".

Un saludo y perdón por estas pequeñas memorias.

Francisco J. Alonso