Conjuros en Kunderegonga es una mirada crítica sobre las relaciones
humanas y el uso del poder aprovechando un bien tan escaso como es el
agua. El agua, esa sustancia que los seres vivos bebemos para
mantenernos con vida es, en realidad, ella la que se traga muchas vidas,
especialmente cuando sobra o cuando escasea. De su dualidad nace la
reflexión de esta obra, inspirada en un mito tradicional africano en el que
es necesario el sacrificio de la hija del rey para acabar con la sequía del
reino de Kunderegonga. Será el astuto hechicero de la casa real el que
adivine esa exigencia de los Dioses y condicione así la vuelta de las
lluvias a un sacrifico humano de alto rango. Los sucesos de la obra
obligan al monarca, a todos los miembros de su familia y a los
funcionarios de su gobierno, a posicionarse ante dos vivencias casi
opuestas: la del miedo y la hipocresía o la de la verdad y el exilio. ¿No
estaríamos ante el mismo dilema tratándose de las vidas ahogadas con
las pateras del Estrecho