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Las técnicas quirúrgicas minimamente invasivas y los cuidados de los pacientes en las unidades de recuperación postquirúrgica, reanimación y salas de hospitalización han ido desarrollándose y especializándose desde hace muchos años para conseguir una recuperación funcional, temprana y de calidad tras cualquier procedimiento. En este sentido mejoras en el manejo anestésico, control del dolor y de los cuidados perioperatorios han mostrado claros beneficios en el postoperatorio de los pacientes sometidos a una intervención quirúrgica y han sido la base para lo que conocemos a día de hoy como los programas de rehabilitación precoz o multimodal, “fast-track” o recuperación intensificada, cuyo objetivo fundamental es reducir el estrés secundario originado por la intervención quirúrgica y mejorar los resultados de morbimortalidad asociados.

La aplicación de estas medidas ha demostrado mejorar la calidad del proceso asistencial, con reducción de la estancia hospitalaria, acelerando la recuperación activa de los pacientes y disminuyendo, en muchas ocasiones, las complicaciones asociadas a diferentes tipos de procedimientos quirúrgicos. Así, en muchos estudios donde se realiza una comparación de los protocolos clásicos frente a otros modelos de rehabilitación multimodal, se demuestra que los pacientes incluidos en estos protocolos de recuperación intensificada inician la tolerancia oral y el tránsito intestinal de una forma más precoz, padecen menos dolor, necesitan menos analgésicos para el control de los síntomas, deambulan antes y abandonan antes el hospital.

Fue el Dr. Henrik Kehlet quien, a finales del siglo pasado, comenzó a transmitir sus conocimientos y experiencia sobre lo que se denomina rehabilitación multimodal, mostrando que esta forma de manejo perioperatorio es segura, factible y, además, mejora la recuperación de los pacientes sometidos a un trauma quirúrgico.

Muchos trabajos han ido desarrollándose desde esas primeras publicaciones, añadiendo nuevos aspectos que han mejorado los resultados de estos protocolos, implementando medidas en diferentes ámbitos multidisciplinares con el fin de atender todas las áreas clínicas involucradas en la preparación y recuperación de los pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos de mayor o menor envergadura.

En estos protocolos la colaboración de la familia, acompañantes y numerosos especialistas sanitarios debe considerarse desde el momento del diagnóstico, con el fin de conseguir la integración, participación y colaboración de todos ellos en la recuperación óptima del paciente. Por tanto, el proceso comienza mucho antes de la estancia en quirófano e implica una adecuada explicación del protocolo asistencial, buscando una participación activa del paciente y todo su entorno, lo que facilitará una recuperación más precoz y satisfactoria.

En el año 2007 se creó el Grupo Español de Rehabilitación Multimodal (GERM), el cual, en estrecha colaboración con el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, publicó en el año 2015 la vía clínica RICA (Recuperación Intensificada en Cirugía Abdominal). Esta vía recoge de forma protocolizada cuáles deben ser las etapas y puntos clave de la recuperación intensificada en el manejo perioperatorio de los pacientes sometidos a una cirugía abdominal. La vía está dirigida tanto a profesionales del ámbito de la salud como a los propios pacientes y familiares, con el fin de divulgar y educar a la población general en este tipo de cuidados. El documento revisa de una forma sistemática las diferentes claves en el manejo perioperatorio en cirugía abdominal, a fin de establecer recomendaciones claras y concretas en muchos de los aspectos tratados, además de exponer la controversia y puntos de debate donde la evidencia aún es limitada.

 Además, como se refleja en los objetivos de esta vía RICA, desde el GERM se han desarrollado protocolos o matrices temporales para la aplicación de estas medidas de recuperación intensificada en diferentes tipos de procedimientos quirúrgicos, existiendo ya protocolos de consenso en cirugía de colon y recto, cirugía bariátrica, torácica, hepática y para la cistectomía.

El presente documento, elaborado por un grupo multidisciplinar de expertos y basado en vía RICA y la evidencia disponible actualmente, muestra una vía clínica y protocolo para el manejo desde el enfoque de la rehabilitación multimodal de los pacientes sometidos a procedimientos de esofaguectomía y gastrectomía (total y subtotal).

 Al igual que la vía RICA, este documento va dirigido principalmente a todos los profesionales sanitarios que están directamente involucrados en la atención del paciente sometido a una esofaguectomía o gastrectomía (cirujanos, anestesistas, personal de enfermería, auxiliares, nutricionistas, fisioterapeutas, rehabilitadores, digestólogos y endoscopistas, radiólogos, oncólogos, radioterapeutas y patólogos entre otros), pero también a todos los pacientes y personas de su entorno (incluyendo profesionales sanitarios cercanos como médicos de atención primaria, enfermería del centro de salud…) que le acompañarán en mayor o menor medida durante el proceso. También se consideran destinatarios de este documento aquellos responsables de la administración, gestión clínica y control de calidad de los centros sanitarios, ya que, con la aplicación de estas vías clínicas se pretende conseguir mejoras en la eficiencia y optimización de los procesos y recursos disponibles.