LA PALABRA AMOR

Mis dos pasiones han sido siempre el teatro y la literatura.
En cuanto a lo primero, soy licenciado en Arte Dramático por la RESAD de Madrid, y poseo el Certificado de Aptitud Pedagógica por la Universidad Complutense de Madrid. Fui miembro fundador de la Compañía Factoría Teatro, y ya he dado unas cuantas vueltas por unos cuantos escenarios, compartiendo una ilusión y un esfuerzo que, inexplicablemente, todavía siguen intactos. Actualmente gestiono la Asociación Cultural Nuevo Ateneo Torrejón (www.nuevonat.com) y compagino mis labores como actor y director impartiendo clases de Artes Escénicas.
En cuanto a lo segundo, llevo escritas más de 15 obras de teatro y fui uno de los fundadores del colectivo literario Relatosbluetales. En 2013, tuve la inmensa suerte de que la editorial Cuadernos de Sildavia, admirablemente luchada por Susana Fernández y Francisco Arriero, me publicara "La palabra amor" y el cuento "Pino-Palo", ambos editados ahora en Bubok en formato digital.
Pino-Palo es una narración que no intenta esconderse de la realidad, a pesar de sus toques fantásticos, que muestra a la Naturaleza despojada de cualquier idealización y completamente vulnerable. Tal y como sucede. Y para ello, nada más desvalido que la propia figura de un árbol: inmóvil, estática, anclada y, sin embargo, viva. En muchos sentidos es semejante a un niño, una niña: Participa de su misma indefensión, y también de su asombrosa fortaleza.
La palabra amor es un ensayo dramático (que llevé a escena) escrito con el afán de dejar de manosear esa palabra y adentrarse en ella, es decir, en uno mismo, en una misma. Lejos de todo lo que nos han contado o vendido, situándola en el centro de lo que sentimos.
Nací en el 1969, soy sigloveinteañero, y sigo creyendo que la capacidad para cambiar el mundo no reside en nadie más que en nosotros mismos y nosotras mismas.
Creo que mi amigo Amado Diéguez hizo un buen resumen de mi forma de ser acerca de Pino-Palo:
"Acabo de leer Pino-Palo. Me ha encantado. Es lírico, tierno, conmovedor, me ha tocado el corazón. Es infantil, en el más alto y mejor sentido de la palabra. Y apostaría a que lo impulsó la secreta, auténtica e invencible esperanza que habita en el corazón de todos lo melancólicos."
De todos y todas los que aún sueñan.