Estos poemas de María Esther Fernández transmiten una mirada romántica y creativa donde los sentimientos y las imágenes de la naturaleza y el color se posesionan en la lectura, enriqueciendo con una visión mágica la mente del lector. Rica en imágenes creativas las expresa poéticamente con la sabiduría y el encanto de su sentido artístico. Su exquisita educación y sensibilidad por el arte y el positivismo de su vida intelectual que ha desarrollado durante su longeva trayectoria y le permitieron franquear ese designio de lo humano, en paz con lo terrenal, con la belleza de lo natural y de lo mágico, exaltando lo pictórico en sus descripciones, sutiles imágenes en palabras escritas, de figuras, formas y traslaciones.
La poética de María Esther revela una espiritualidad que se hace plegaria en lo humano por su corporalidad y trascendencia, siempre sumergida en la vida ella proclama su percepción del amor, la amistad, lo artístico, los objetos simples. Las inquietudes del tiempo, sus estaciones, la lluvia, el fuego, lo social y todos aquellos signos ocultos que cobijaron los misterios de la vida.
ENSUEÑOS DEL ALBA nos ofrece su arte poético en las metáforas, cuando ella nos dice con su lírica -”Recuerdos cadenciosos que ondulan el agua/ Y se mezclan colores con metálicos brillos/ Cuando abril se despoja del ocre rojizo/Dejó sobre el charco su triste vestigio.”- Durante la lectura de sus metáforas el lector se sumerge en los ensueños de la poetisa, en lo visceral, donde ella ha depositado su fe, su condición de mujer y su fértil imaginación. Desde sus ensueños ella nos descubre su mundo espiritual como una aventura narrada en la apariencia del amor, la naturaleza y la belleza de lo cotidiano.