Esta web, cuyo responsable es Bubok Publishing, s.l., utiliza cookies (pequeños archivos de información que se guardan en su navegador), tanto propias como de terceros, para el funcionamiento de la web (necesarias), analíticas (análisis anónimo de su navegación en el sitio web) y de redes sociales (para que pueda interactuar con ellas). Puede consultar nuestra política de cookies. Puede aceptar las cookies, rechazarlas, configurarlas o ver más información pulsando en el botón correspondiente.
AceptarRechazarConfiguración y más información

penelope1

Desde siempre las mujeres, insignes o anónimas, nobles o pobres, analfabetas o cultas, han hablado. Desde siempre hay quien ha oído, recogido, reseguido y continuado sus voces y hay quien las ha intentado silenciar u obliterar. Este sabotaje de la desrazón patriarcal llega a nuestros días; bueno es saber que a veces es esta ceguera y opacidad la que nos impide percibirlas (y, por tanto, verlas y oírlas) y no el hecho de que no existan o existieran. Porque haberlas, haylas, tanto ahora como en los pasados más remotos.
Como dice uno de los textos de estas Voces: Pero ¿por qué se han de silenciar tantas mujeres honestas y dadas a la ciencia Yo la peor de todas por no atreverme a defenderlas, cedo, pero sé que han existido y existen.
Desfilarán delante de nuestros ojos una pequeñísima muestra de ellas: Penélope, Hipatia, una juglaresa, Juana Inés de la Cruz, una revolucionaria cubana. Oigámoslas y, lo que todavía es mejor: escuchémoslas.

Eulàlia Lledó Cunill