Frente al abandono, la palabra mantiene su profundo enigma. El poema, hecho de la nada, se sostiene en el aire exento y puro, conteniendo un reflejo de la hermosura del universo.
El poema se propone revelar lo desconocido, el secreto de las cosas, un instante privilegiado e intermitente rescatado de una realidad la más de las veces gris y sin sentido.
Experiencia de la interioridad de la palabra. Un acto creador que sólo llega al conocimiento de algo cuando lo expresa, una palabra que permanece siempre abierta hacia el interior de sí. Ese paso que convierte lo irrelevante en verdad simbólica.
Se trata de poner a la luz la conciencia del texto, conciencia desdichada de su imposibilidad y sus residuos. Atrapar esa belleza que todavía no ha llegado al mundo. Atrapar los destellos del alma.
Una forma de ver la realidad que va más allá de la poesía para construir un mundo poético propio.
La palabra que busca cifrar como números oscuros el conocimiento interior.
En definitiva, encontrar la expresión de lo diferente, de lo que no es propio e intrasferible.