La Eterna Fragilidad del Instante

Todo aforismo o adagio, nace como el recorte de un alma que está viviéndose a sí misma, y acaba siendo el retrato de una significación a la que uno se asoma en busca de algo, pero al hacerlo, uno se descubre observado por el objeto de la contemplación.
Todos tenemos un lugar interior que es a la vez refugio y mirador, estos escritos han sido realizados en estancias en esos lugares abandonados de lo cotidiano, ciudades o refugios del Ser, cualquier tipo de ámbito o pensamiento caracterizado siempre porque estando en lo más profundo, uno siente el vértigo de la elevación; lugares prohibidos a las rutinas donde el objeto de la creatividad es consumado en la construcción de uno mismo, consumado en la necesidad de llegar un paso allende lo meramente carnal. En estos espacios abandonados, o invisibles a ojos de lo común, pasean su ser todos aquellos que durante gran parte de su tiempo cargan con las alas del espíritu porque la sustancia humana niega el vuelo completo, lo impide la gravedad existencial; tan solo puede volar el hombre a través de su pensamiento ¡¿Paraíso o Infierno! Mil y un lugares que se nos antojan ya negados al tiempo y al espacio, y en uno de los cuales la eterna fragilidad del instante ha sembrado su hogar con la esperanza de perdurar a su eterna brevedad, su perpetua fragilidad.
Este pequeñolibro es una recopilación de adagios extraídos de diferentes escritos realizados por el autor.