La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad desmielinizante crónica, de tipo inflamatorio y autoinmune, que afecta al Sistema Nervioso Central. Su diagnóstico es más frecuente en individuos con edad entre los 20-40 años, aunque también se han descrito casos en edades más jóvenes.
Actualmente se define como una enfermedad heterogénea, presentando cada paciente una sintomatología clínica y una evolución, independiente de la enfermedad. Entre dichos síntomas se encuentran las alteraciones cognitivas (deterioro cognitivo),las cuales repercuten en la calidad de vida de los pacientes que padecen esta enfermedad, ya que influyen en algunas actividades de la vida diaria, en su trabajo y en sus relaciones sociales y familiares. Durante muchos años,al deterioro cognitivo en la EM no se le ha otorgado la importancia que requiere, debido al impacto que supone el deterioro físico en la enfermedad. En la actualidad se considera que entre un 40-70% de los pacientes con EM presentan alteraciones cognitivas.
Los trastornos cognitivos más frecuentes son los de la velocidad de procesamiento de información, y alteraciones de la memoria, de la atención y de las funciones ejecutivas. Estos deben ser explorados mediante baterías neuropsicológicas de cribado, sensibles a las características de la EM.
El patrón de deterioro cognitivo en los pacientes con esclerosis múltiple no es uniforme, dependiendo éste de las lesiones presentes en el paciente(número y localización). Lo más habitual es que el deterioro cognitivo aparezca en la esclerosis secundaria progresiva y en pacientes con déficits neurológicos severos previos, aunque también puede aparecer de forma leve en las fases iniciales de la EM.
En el presente trabajo se han mostrado evidencias de la importancia de las alteraciones cognitivas, su repercusión en los pacientes con EM y su posible mejoría mediante tratamiento. Como tratamientos para la mejoría del deterioro cognitivo se han revisado el tratamiento farmacológico,el tratamiento natural,las intervenciones psicosociales y la rehabilitación cognitiva. Asimismo, este estudio destaca la necesidad de prestar más atención a las alteraciones cognitivas en la EM y a la búsqueda de intervenciones rehabilitadoras que permitan mejorar la calidad de vida de los pacientes con esclerosis múltiple.