Hay literaturas que se parecen a las personas, personas que se parecen a la literatura, y ciertos personajes que son literatura en estado puro.
Esta miscelánea de poemas, este inventario de personajes, este paisaje recobrado, forma parte de una memoria divagada donde lo real se confunde con lo imaginado, lo vivido se mezcla con lo inventado; una memoria donde alén y trasmundo van de la mano.
Esta breve nota quiere agradecer la crianza de las crianças, los manjares, el aceite de oliva, los remiendos, las lecciones, el viaje, el recuerdo, la imagen del salón, en el ángulo oscuro, donde, como un regalo misterioso, aparecían de su mano los primeros, y acaso los únicos libros que he leído.
Carmen vino al mundo un cuatro de junio de mil novecientos veintitrés, y afortunadamente, el mundo nunca acabó de venir a ella por completo.
Antonio Taboada López, Julio del 2008