La experiencia del parto es una experiencia única en la vida de la mujer y del hombre, por lo que es muy importante que vivan este momento de una forma intensa y bonita. El acompañamiento del padre a la mujer durante el parto es algo que ha demostrado ser beneficioso, está generalizado en los partos eutócicos pero no ocurre lo mismo en los partos distócicos, a pesar de ser estos últimos los que más ansiedad producen a la mujer.
En la fase del parto hay muchas necesidades que la parturienta necesita tener cubiertas y que se ha comprobado que con un acompañamiento, preferiblemente de su pareja, mejora mucho esta fase y la beneficia. Es imprescindible la preparación previa del padre, para que sirva de soporte a la mujer, acudiendo con su pareja a los cursos prenatales, en estos cursos le enseñan todo lo necesario para afrontar correctamente el parto y el puerperio.
Los resultados que se consiguen con este acompañamiento son evidentes, puede producir una disminución en los partos instrumentados, una disminución de la necesidad de analgesia y duración del trabajo de parto, tanto en el periodo de dilatación, como durante el momento del parto y también le proporciona una experiencia del parto muy positiva y satisfactoria.