Aquí comentarios varios.
Para empezar, ¿vacaciones? Decid sí o no y luego cuento.
Por mí: no (al menos todavía).
Lo de las vacaciones no lo entiendo mucho. Precisamente en mis vacaciones, cuando consigo tenerlas, dispongo de mucho más tiempo para escribir, comentar... que en tiempos de trabajo. Eso sí, reconozco que me llevo el ordenador allá donde vaya, si es que tengo la suerte de ir de vacaciones. Por tanto, mi voto es negativo a las vacaciones literarias. |
Deseo que nadie se moleste por los comentarios que los demás hacen a sus relatos. Deseo que sigamos participando, votando y comentando con el buen rollo habitual. Ya he dicho en otro lugar que por mi parte no hacen falta vacaciones. Con los ciclos de 21 días el taller es más razonable. Y la próxima vez haré como casi siempre. Comentaré durante la semana posterior a la proclamación de resultados. Así lo haré con mayor elegancia, educación y galanteria. Porque, ¡he leído mis comentarios hechos esta vez sobre la marcha y me he abochornado un poco! ¡Qué manera de tratar a una recién llegada! ¡Y qué cosas que os he dicho! Vaya... |
Bueno... pues parece que, de momento, no hay vacaciones (¡biennnn!) Id preparando vuestro relato, que en unos minutos estará listo el hilo para los que lo podáis lucir. Y, Piqueras, me acabo de leer tus comentarios y te aseguro no les faltaba ni educación, ni elegancia ni, mucho menos, galantería. ¡Vamos! Todo el mundo a escribir un relato deseoso. |
Esto est mas parado que el corazn de Manolete. A quien se le ha ocurrido el tema de Deseo? Llevo tres das dndole vueltas a la "cosa". La "cosa" es el deseo, que hay mucha imaginacin por estos lares. Pues no consigo que las musas me visiten, as que he decidido abrir "er interne" este y he escrito DESEO. Eh! Ni se os ocurra. Salen hasta los deseos de Alejandro Magno. A ver MdC de las narices si buscamos temas ms acorde con las musas. Es que la edad le quita a uno las ganas de hasta los deseos. En fin, seguir buscando...
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Un árabe consigue una lámpara, la
frota, el genio sale y le dice: |
Hay una escala ascendente de intensidad en el querer, el desear y el anhelar. Hay otros matices. Por ejemplo hay sustantivos para el desear y el anhelar: el deseo y el anhelo. En cambio par el verbo querer hemos de recurrir a una cosa tan indefinida como� "algo". Otra diferencia: se suele querer de manera racional. En cambio el deseo y el anhelo llevan una mayor carga de subjetividad, incluso de locura e irracionalidad. Por ello son más adecuados para los relatos. � El deseo es fuente de inspiración desde siempre. Hay pozos de los deseos, se pide un deseo mediante determinados mini rituales, como arrojar una moneda a una fuente. La lámpara de Aladino invocaba al genio y este concedía tres deseos. Vemos pasar un meteorito en una noche de verano y pedimos un deseo. Hubo un tranvía llamado deseo. Y un oscuro objeto de deseo. A veces se dicen cosas como "tus deseos son órdenes para mí". � El querer y el desear se mueven en ocasiones cerca del territorio del amor. Pues en general se quiere aquello que se ama, y también se lo desea. � |