Me explicaré. Mi mayor reto creo que ha sido el intentar mantener la emoción en una persecución... ¡contada por el perseguido!
Por narices (y porque aún quedan un montón de páginas por leer) está claro que se salva. Creo recordar que incluso lo quise quitar de lo que me costó.
En mi caso el problema no surgió al escribir la novela (a pesar de sus 503 páginas)... En hacerlo invertí alrededor de un año (unos días fueron horas, otros días fueron un puñado de minutos) y, salvo pequeños tropiezos, la historia fue surgiendo sin prisa pero sin pausa. Una primera revisión (que a veces fue carnicería) y surgió lo que en su momento creí la versión definitiva. Y entonces fue cuando�apareció el verdadero problema: la corrección. Retomar la novela varios meses después, releerla y empezar a corregir, se convirtió en un suplicio. Y no por el hecho en sí, sino porque no conseguía parar. Escribo a mano y lo hago por resonancia (así lo describió, con clarividencia, jalvarez): cuando mi cabeza escribe la palabra A, el eco tiene que devolverme la palabra B. Todo debe encajar. Y perseguir esto me costó más tiempo del que dediqué a escribir la historia. Al final, un buen día tuve que armarme de valor y decirme "hasta aquí hemos llegado y lo que tengo es más que suficiente". Afortunadamente (para mí, evidentemente; para los demás aún está por ver) conseguí dar por terminado el putolibro... Abrazos varios: Teniente Ripley |
Distanciarme. Para mi lo más difícil es tomar distancia piscológica de lo escrito, leerlo como si fuera ajeno a mi, para tratar de predecir EXACTAMENTE que entenderá un lector anónimo, más o menos estándar, el promedio de los lectores a los que te diriges. Tan difícil me parece tomar esa distancia, que he abandonado y tirado todo lo escrito cuyo tema me importaba o afectaba demasiado. O sea, todo. Y en estos momentos no tengo nada. |
cuando escribo�poesia, problema ninguno, porque escribo lo que me sale sin ningun intencion ni preocupacion, escribo en plan "inspiracion", porque necesito escribir eso sin embargo, cuando me pongo a esribir un relato (nunca he pasado de una narracion corta), mi mayor problema es: "¿le interesara a alguien esta historia que se me acaba de ocurrir?, ¿merece la pena ser contada?, ¿es una chorrada?, ¿la ha escrito alguien antes?" por esto quizas escribo tan pocos relatos y si mucha poesia, creo que la poesia es mas inmediata y menos planificada (en mi caso al menos) que la novela o relatos |
Mi mayor reto es muy parecido al de rarevalo e idelosan. Estoy terminando una historia más compleja, dividida en tres partes que está alcanzando las 600 páginas y que además forma parte de lo que será un trilogía. Llevo unos 3 años, aunque he tenido épocas de secano que he empleado en escribir otros relatos y retocar otras novelas. Yo que empecé con relatos cortos... |
"¿le interesara a alguien esta historia que se me acaba de ocurrir?,
¿merece la pena ser contada?, ¿es una chorrada?, ¿la ha escrito alguien
antes?" Supongo que todos nos hemos hecho alguna vez estas preguntas más o menos en serio las respuestás que, creo, hay que darles son: me interesa a mí y eso ya es suficiente, si dentro de dos semanas sigo queriendo contarla es que merece la pena, seguramente sea una chorrada, y seguro que ya alguien lo ha escrito antes pero nadie puede escribir mi versión salvo yo. |
Mi mayor reto fue escribir para Radio España "Dialogo de Locos" una obra de teatro que tenía que interpretar en directo y tenía que escribir cada capítulo tres horas antes de la emisión por falta de tiempo. A veces en la misma emisora media hora antes de comenzar aún retocaba el texto. Luego hacíamos una sola lectura previa� y al directo. Lo mismo me pasó con Historias de un Viejo Olmo, que luego se editó con bastante éxito, (10.000 ejemplares) tres mil se vendieron con un CD con la narración mía en directo de parte de ellos. La podéis oír en uno de los videos de Youtube en mi perfil. Siempre me toca escribir apretado de tiempo. En el Ojo del Huracán lo terminé en India por las noches a la vez que durante el día se filmaba el documental de Canal 9 en Noviembre pasado. Eso de una vieja máquina de escribir, mucho tiempo y una chimenea encendida tendrá que ser la leche... Bueno y si además le añades una copa de Ribera del Duero... Mi sueño. |
¿Mi mayor reto? Muchos. El primero pasar de un folio por las dos caras, que es lo que solía ser la extensión de mis relatos. Superado esto escribir una historia larga me exigía que ésta mantuviera siempre la emoción de lo que pasará después. No suelo tener muy clara la historia cuando empiezo a escribirla, de manera que ésta misma crece y se reconduce hacia donde le va mejor, por lo que tenía que escribir algo que me motivara a seguir para saber qué ocurría después (hacia el final fue un problema para ligar todas las cosas que había escrito porque la historia lo necesitaba, y que no quedaran cabos sueltos). Sé que suena... no sé si cursi, pretencioso, etc. Ahora, por ejemplo, quiero escribir más, pero mi reto es encontrar una historia que me vuelva a poner en marcha. |
Habeis citado tres problemas en los que caigo y debo superar cada vez: por una parte, la distancia (R2_D2), escribo deprisa, de forma apasionada, voy por la calle y mis personajes hablan dentro de mi cabeza, se dan codazos por aparecer, me marean. Por eso tardo poco en escribir todo el esqueleto de la novela. Afortunadamente, no soy como algunos que quieren escribir mil páginas, si llego a las 200 ya es bastante. El problema es que, al escribir de esa manera, como Roberto, se me cruzan los cables y hago aparecer a gente que ha muerto 50 páginas atrás o hago que uno se enamore de su hermana pensando yo que es su cuñada, cosas así. El tercer problema es el de la teniente pero al revés, que no cuido la corrección posterior (total, me digo, ¿para qué?), me aburre corregir. Mi mayor reto quizá sea éste, el corregir con detalle lo escrito. |
El conseguir que algún día mucha gente deje de fumar con la lectura de mi libro. Siempre pensé que sería algo fantástico, que muchas personas se identificasen con la lectura del mismo, algo que por ahora he conseguido conseguido en parte, con muchas personas, que me lo han echo saber de diferentes formas. Es algo que te enorgullece por dentro, para el resto de tu vida. � � ME ESTOY MURIENDO la historia que hará que pienses dejar de fumar para siempre |
No sabría decirte si acordarme de los nombres tan extraños que le doy a mis personajes y ciudades, o las batallitas. Me hago un lío con los numeritos. Que si las naves del modelo Xa-21, fueron destruídas 24, dañadas 72, y 44 intactas.... En lo primero, tengo que usar el buscador del word. En los 2º matemáticas. puras y duras. Y alguna vez que otra, me he equivocado haciendo las cuentas. |
A mí, lo que me cuesta más, y supongo que a cualquier escritor/a de ciencia ficción, es que sea científicamente verosímil. Me paso horas consultando libros de ciencia y enciclopedias y apuntes de la universidad xD Por otro lado, lo mismo que dice R2_D2, distanciarme lo suficiente de la historia, para poder verla desde lejos, desde fuera, como un lector anónimo que desconoce de qué va, y poder entender su punto de vista y saber cómo lo va a ver alguien de fuera. Ese es realmente mi gran reto. |
Mi mayor reto es conseguir que los personajes tengan actitudes creíbles, que digan cosas que dirían en realidad. Sobre todo me cuesta conseguir dibujar la personalidad de los hombres tal y como puede ser en la vida real. Acabo de terminar una novela histórica y me documenté hasta rozar la histeria para evitar los anacronismos, para hacerlos moverse por estancias con mobiliario que existiera de verdad en esos tiempos, para hacerles hablar de una forma que pudiera ser real. Para mí es fundamental que cuando alguien lee lo que escribo se lo crea, aunque esté contando una historia que roce lo fantástico. No soporto esas novelas históricas en las que la chica protagonista aparece muy echá p'alante y siempre está segura de sí misma como si regresara de la pelu y de depilarse y fuera a las rebajas del Cor... In.... No sé si me explico. Besos miles. |
cita de lolamontalvo
Tienes razón Lola, yo, que también soy aficionado a la novela histórica, a leerla y a escribirla, considero que lo más difícil, el mayor reto, es documentarse de forma exhaustiva. La sociedad de la época, los modos, el vestuario, los detalles geográficos y geopolíticos, en fin, que todo no es escribir una historia que se te viene a la cabeza y punto.Mi mayor reto es conseguir que los personajes tengan actitudes creíbles, que digan cosas que dirían en realidad. Sobre todo me cuesta conseguir dibujar la personalidad de los hombres tal y como puede ser en la vida real. Acabo de terminar una novela histórica y me documenté hasta rozar la histeria para evitar los anacronismos, para hacerlos moverse por estancias con mobiliario que existiera de verdad en esos tiempos, para hacerles hablar de una forma que pudiera ser real. Para mí es fundamental que cuando alguien lee lo que escribo se lo crea, aunque esté contando una historia que roce lo fantástico. No soporto esas novelas históricas en las que la chica protagonista aparece muy echá p'alante y siempre está segura de sí misma como si regresara de la pelu y de depilarse y fuera a las rebajas del Cor... In.... No sé si me explico. Besos miles. |