La mía. A N P H O R A E Diego Castro Sánchez.-
Anphorae XI Frente a las costa occidental de Hispania, año 31 DC. La nave viró apuntando la proa hacia Poniente. El viento tensaba las velas y la tablazón de la cubierta crujía ante el envite de las olas; el temporal arreciaba cada vez más, mientras el cielo se desgarraba en relámpagos que herían las nubes enlutadas. Al horizonte se divisaba el perfil incierto de la costa, al tiempo que Poseidón abría sus fauces con voracidad. La ensenada aparecía y desaparecía ante los ojos de los navegantes, cada vez que la nave ascendía o descendía al pairo de las olas. Era como una franja de arenas blancas que se intuía como una ramalazo de esperanza. Comenzó a llover. Primero con parsimonia, unas enormes gotas que se estrellaban sobre la cubierta. Después con violencia, tendiendo una manta de agua que dificultaba aún más la navegación. >>¡Estamos condenados! ¡No conseguiremos alcanzar la costa! -Sexto Manius intentó hacerse oír por encima del estruendo que provocaba el temporal. Justo había terminado de pronunciar aquella sentencia, cuando una enorme ola arrasó la cubierta de estribor a babor, llevándose consigo a su interlocutor. Los gritos de unos y otros se perdían en la oscuridad de la tormenta; la llanura Estigia debía ser muy similar al infierno que estaban intentando atravesar. >>Divino Poseidón, prometo sacrificios en tu honor a cambio de mi vida. Permite que este pobre navegante vuelva a ver la luz del sol. -Un estruendo ensordecedor acompañó a aquellos pensamientos. El relámpago impactó sobre el mástil, quebrándolo en dos e incendiando las velas. El fuego no tardó en propagarse por la cubierta; las llamas convirtieron el trirreme en una inmensa bola ardiente en mitad del mar. Sexto Manius no se lo pensó dos veces. >>Poseidón, a ti me entrego. -Dijo entredientes, antes de lanzarse al piélago enfurecido. La barca, repleta de almas atormentadas, se aproximó al embarcadero. Caronte les miró sin signo alguna de piedad. >>Ya está, habéis atravesado la llanura Estigia. Bienvenidos al Hades; para aquellos de vosotros, los que estáis destinados a pasar la eternidad en el ínferus, el viaje aún no ha terminado... Sexto Manius abrió los ojos. El salitre cubría su cara y el sol le quemaba. Las olas iban y venían bañando el rebalaje de la orilla; intentó mover las piernas, pero estaba agotado por el esfuerzo. Los dos muchachos observaban desde la línea de dunas que delimitaba la playa; más allá se extendía un pinar que ascendía por la ladera encrespada de la sierra cercana. >>Un naufragio. -Afirmó el mayor de ellos. Era un muchacho delgado que se movía con nerviosismo. >>Mira allí. -Dijo señalando con el dedo. A unos metros del cuerpo que yacía inmóvil en la playa se divisaban los restos de lo que debió haber sido una nave mercante. Aquel suceso no era extraño a los ojos de los dos muchachos. La cercanía de la factoría de Baelo hacía que los barcos mercantes surcaran a menudo aquellas aguas. Además el incipiente puerto de Julia Traducta solía ser escala intermedia en la ruta comercial establecida entre Gades y Ostia. El mar se había cobrado de nuevo su tributo. Poseidón había devorado una vez más el alma de los hijos del mar. Si había escupido con vida a aquel desdichado, era con alguna finalidad. Fuera la que fuera, los dos muchachos tenían clara cual era su obligación. >>Vamos, seguramente estará muerto; la corriente lo habrá arrastrado hasta aquí. A lo mejor lleva encima algo de valor. Ya sabes lo que dice padre. Todo lo que escupe el mar en esta playa es de nuestra propiedad. >>¿Y si no está muerto? -Preguntó con inquietud el otro muchacho. Era de menor corpulencia y se movía con dificultad arrastrando un pesado serón que le colgaba hasta los pies. >>Si no está muerto le puede dar gracias a los Dioses. No creo que le importe mucho ofrecer unas dádivas a sus salvadores. Sexto Manius sintió voces alrededor; intentó abrir la boca y emitir algún tipo de sonido, pero fue en vano. Tenía la boca seca y un intenso sabor a sal que le colmaba el paladar.
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Jeje... Interesante. Aquí va mi aportación al hilo: Página 69 de Hoy me ha pasado algo muy bestia Sara me ha llamado al mediodía. Esta noche nos veremos para preparar un poco la aventura de la semana que viene. Por lo que he podido llegar a deducir va a ser algo bastante improvisado. Coger el coche, hacer kilómetros y pararnos donde nos apetezca. No me parece mala idea, hace tiempo que no hago algo así. Igual que hace tiempo que no peleo contra Xavier -ni contra nadie exceptuando los dos incidentes de la semana pasada-. Mañana por la tarde, unos diez años tarde, habrá llegado el momento de la revancha. O el momento de volver dolorosamente a la realidad. En fin, ya se verá. Para qué preocuparse. Nota importante: he decidido que cuando pase Semana Santa iré al médico. Aunque solo sea por no tener que gastarme el sueldo en ropa. Esta mañana he manchado dos camisas y un pantalón antes de salir de casa y encima he perdido el tren. Voy a seguir trabajando un rato más. Ya me han llegado las últimas correcciones. |
Pag. 69: Las aventuras de Star Gordo: Un universo de esperanzas. —¿Otra vez tú? ¡Cállate zorra y no digas más mentiras! Dijo mientras la tiraba al suelo, dispuesto a violarla. —¡No! ¡Callate tú, Ben! ¡Levántate ahora mismo, y pídele disculpas o no dejaré que te pongas el disfraz de pirata, en un mes! Dijo el enfadado Sarián. Ben le pidió perdón en voz baja. Sarián le obligó a hacerlo mejor. —¡Así no, díselo en voz alta! ¡Y de rodillas! ¡Que yo te vea! Este lo hizo, lleno de vergüenza. Un pasajero le preguntó a Burrow, el oficial pirata y amigo de Sarián, que estaba cerca: —Oye, perdona ¿Quién es ese Ben? —Es un pasajero que viajaba, en una nave que capturamos. Era un vagabundo tirio que se ponía a pedir limosna, junto a un importante monumento turístico. Se lo llevaron para encerrarlo en un manicomio de Basti, seguramente para que no espantara a los turistas que no le daban, ni molestara a las mujeres que pasaban por allí. Al vernos, se echó a llorar y suplicar por su vida. Sarián, de inmediato se compadeció de él y se hizo cargo de su manutención. También lo nombró “Almirante de honor del clan Malsen” y ordenó que le hicieran ese precioso traje pirata verde. Ninguno de los veteranos, podemos vestir más elegante que él. Nos está prohibido ¡Je, je, je! No está muy bueno de la cabeza, pero le queremos. No tiene familia, solo a nosotros. Además, Sarián le da una paga por participar en nuestras acciones. Es casi inofensivo. Solo es molesto, cuando quiere estar con una mujer; pero lo sabemos controlar. Siempre suele haber cerca alguna prostituta a la que el jefe paga bien, para tenerlo contento. Lo llevamos a nuestros combates, porque es muy alto e impresiona verlo así vestido, con su pistolón y su sable. Pero a la hora de pelear, lo ponemos fuera de peligro. Su locura no es culpa nuestra ¿Eh? Ya estaba así, cuando se nos unió. Sarián reanudó su discurso. —Ahora que Ben, ha aprendido la lección, diré que Ingria (y por mucho que yo lo quiera negar), está en lo cierto, pero sólo en parte. Sí, los hermanos del espacio, tenemos una gran necesidad de inspiración interna que solo se consigue con drogas y alcohol. Pero decir que nos lo vamos a gastar todo en eso, es un error. Ni siquiera la cuarta parte. Menos aún. No os vamos a engañar. Vaya, vaya. Una de las pocas escenas de sexo que tiene el libro, coincide con esa página. |
Vamos a abrirnos el abrigo largo... Página 69 de "Días de humo". con un berbiquí-; la ropa interior, al cesto de la ropa sucia. Le llegaba el sonido de una mandolina y la voz de su mujer inflamando el aire con exhortaciones a la victoria del tipo “hija de puta”, “zorra”, “muérete, joder”. Desnudo, se plantó delante del espejo para estudiarse. La primera impresión fue buena; seguía sin detectar cambios relevantes en su cuerpo; incluso su personal pesadilla, la barriga, seguía siendo sólo incipiente (a medida que se acercaba su cumpleaños y la pesadilla de los cuarenta, había ido dedicando más atención a su propio deterioro. Le aterraba envejecer y las señales que indicaban que así era, le disgustaban hasta el punto de que descubrir una, por pequeña que fuese, se convertía en una tragedia que, a fuerza de ser secreta, lo reconcomía hasta la obsesión). Se miró de cerca y, alcanzando unas tijeritas de un cestillo, recortó un pelo oscuro y diminuto que le asomaba por la nariz. Revisó las veinte uñas de su cuerpo y celebró encontrarlas en perfecto estado de revista. Por último, abrió el agua, la templó y se metió dentro. Estaba contento. La idea de un concierto, Nacho, alcohol y risas, le apetecía. A punto estuvo de trastabillar al pisar el pato de goma amarillo de Mónica; pero como estaba contento, se limitó a lanzarlo fuera de la bañera de una patada. Después, siguió duchándose y acompañando a Michael Stipe: “This is my world and I’m a world leader pretend. This is my life and this is my time”. Mover la cabeza era un ejercicio de flagelación nazarena para el que no estaba ni dispuesto ni capacitado. Notaba cómo su cerebro se había vuelto una masa gelatinosa que se movía sin pausa, como en un oleaje congénito, golpeándole las sienes con violencia, como si |
Anda! Por poco pongo aquí la página 69 de mi tesis, sobre las especies hepatotóxicas del género Lepiota. Veamos. Entrar y abrir el abrigo largo... copiar y pegar... página 69... Tulán Zuivá. Ésta es:
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cita de jpiqueras
El texto esta copiado directamente del blog... no sé si lo he dicho, pero sólo conservo los capítulos que hay posteados en el mismo, la novela completa fue destruida...
Igual esa novela sin nombre esta maquetada en DIN A4 sin márgenes... Como caiga por aquí un autor cuya novela esté escrita en hojas DIN A3, con letra de 8 puntos, interlineado simple y márgenes de 0,5 cm, su página 69 puede ser apabullante. De cantidad de texto, por lo menos. |
cita de pelagio
Si el blog te lo cierran de la noche a la mañana, sin previo aviso, te quedas sin novela. ¿Y a quién vas a reclamar luego?cita de jpiqueras
El texto esta copiado directamente del blog... no sé si lo he dicho, pero sólo conservo los capítulos que hay posteados en el mismo, la novela completa fue destruida...
Igual esa novela sin nombre esta maquetada en DIN A4 sin márgenes... Como caiga por aquí un autor cuya novela esté escrita en hojas DIN A3, con letra de 8 puntos, interlineado simple y márgenes de 0,5 cm, su página 69 puede ser apabullante. De cantidad de texto, por lo menos. |
cita de mameri
Pues a nadie, decidí destruir la novela y sólo quedaron los capítulos del blog...
cita de pelagio
Si el blog te lo cierran de la noche a la mañana, sin previo aviso, te quedas sin novela. ¿Y a quién vas a reclamar luego?cita de jpiqueras
El texto esta copiado directamente del blog... no sé si lo he dicho, pero sólo conservo los capítulos que hay posteados en el mismo, la novela completa fue destruida...
Igual esa novela sin nombre esta maquetada en DIN A4 sin márgenes... Como caiga por aquí un autor cuya novela esté escrita en hojas DIN A3, con letra de 8 puntos, interlineado simple y márgenes de 0,5 cm, su página 69 puede ser apabullante. De cantidad de texto, por lo menos. |
Soneto en la posición 69 de mi libro "Contad si son catorce", salvo cambio de posición de última hora. UN FRUGAL INSTANTE DE HERMOSURA No se consiguen a salto de mata aciertos que subyuguen la belleza, ni suele andar en cotas de proeza el arte con andares de bravata. Forjar nunca es un golpe a la piñata, sino arduo recortar de la maleza que cerca la ternura y la fiereza de la obra que te encumbra y te maltrata. Hacedor es aquel que busca el modo de encontrar el Olimpo en su casona para hacer del delirio su amargura. Hacedor es aquel que cambia todo, incluidas su esencia y su persona, por un frugal instante de hermosura. |
Mi contribución. Pag 69 de "Crónica de un Adosado" Lo único bueno era que la semana avanzaba, el viernes se acercaba y los abuelos escoceses regresarían a las tierras eternamente cubiertas de niebla de las que no debieron salir, porque allí nunca se sabe si lo que ves es una persona real o un monstruo y podían pasar por humanos; en cambio, en el valle del Henares hay una luz diáfana más de trescientos días al año y no existe la posibilidad de dudar. Pero antes de largarse me tenían guardado un fin de fiesta muy particular. Ese día no madrugaron. Al salir David y yo por la mañana no había síntoma alguno de actividad en el adosado y cuando regresamos a eso de las seis de la tarde, tampoco. A cambio, encontramos una escueta nota comunicando que se habían ido. Pasó la hora de cenar británica y no apareció nadie, saltó más tarde la española con idéntico resultado, las manecillas del reloj corrían y allí no se manifestaba nadie con apariencia de anciano venerable. Empecé a impacientarme porque no podía contactar con mi padre, siempre obtenía el mismo mensaje indicando que el teléfono estaba desconectado y pasadas las dos de la madrugada no sabía qué hacer, si llamar a la policía o al tanatorio. No dejaba de reprocharme el haberlos dejado solos, bueno, con el Sr. Tabernero, que era mucho peor. Media hora después sonó el teléfono y fui temblando hacia él con miedo a la noticia que podía recibir al descolgar. Pero, si sólo se trataba de una nueva cogorza, mi rabia contenida iba a estallar con una furia descomunal. A ver… —¿Darling? ¡Buah, el que faltaba! ¿Pero qué quiere éste casi a las tres de la madrugada, hora hispana? |
cita de bizarro
Ya no trabajo con olivetti, supongo que eso era un juego de significados. Halagador Idelosan; si quieres te la paso. Yo por mi parte, me quiero leer esta: "Nosebundo no sabe ser un humano delante de otros humanos, no se lo permite desde hace años. Así que redoma al folio y apaga el cigarrillo e intenta escribir, hace el ademán y lo deja, cierra y abre la tapa, apaga la máquina y la vuelve a encender." YA. pd - Nosebundos, mariquita. PD: Deje de fantasear en público, hombre, sea algo más pudoroso. Yo por mi parte me he quedado muy impresionado con lo de Star Gordo, no lo esperaba la verdad.
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Yo no tengo una página 69. Ni siquiera tengo un miserable recuerdo de nada parecido a un 69. Ojalá tuviera una olivetti de esas para fingir ser escritor y tener muchas páginas 69. He cogido tres novelas y todas las páginas 69 son una mierda. Quería engañaros. Iba a buscar algo bueno donde fuera. ¿quien coño iba a saber que no era la página 69? Que gracia me ha hecho ver que no tengo nada bueno. Mierda. ¿Alguien sabe como he malgastado tanto tiempo escribiendo basura? Se me habrían perdido las comas entre tantas letras. ¿Alguien ha visto una? No sé dónde dejé la última. Bah, ya aparecerá. Fingid que colgué algo misterioso e interesante. Yo hace tiempo que finjo serlo. Eso, que ya me iba. Sólo quería dejar la meadita para sentirme parte de algo. El resto de la tarde fingiré estar alegre |
cita de carlosaribau
Yo no tengo una página 69. Ni siquiera tengo un miserable recuerdo de nada parecido a un 69. Ojalá tuviera una olivetti de esas para fingir ser escritor y tener muchas páginas 69. He cogido tres novelas y todas las páginas 69 son una mierda. Quería engañaros. Iba a buscar algo bueno donde fuera. ¿quien coño iba a saber que no era la página 69?
No seas capullo. Tienes página 69, tienes sitio en este hilo. Además ya has creado el interés con el truco más viejo de los talleres literario: "lo mío es muy malo..." y toda la sala atenta a lo tuyo...
Que gracia me ha hecho ver que no tengo nada bueno. Mierda. ¿Alguien sabe como he malgastado tanto tiempo escribiendo basura? Se me habrían perdido las comas entre tantas letras. ¿Alguien ha visto una? No sé dónde dejé la última. Bah, ya aparecerá. Fingid que colgué algo misterioso e interesante. Yo hace tiempo que finjo serlo. Eso, que ya me iba. Sólo quería dejar la meadita para sentirme parte de algo. El resto de la tarde fingiré estar alegre |
pag 69 de Los inmortales
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Así que en trescientos veinte kilómetros sólo se había encontrado con ciudades plagadas de ratas y cucarachas, pueblos abandonados, un grupo de suicidas, ruidos incómodos entre los arbustos, plumas y graznidos. Pero, al atardecer del sexto día de viaje, volvió a encontrarse con gente.