Queridos, hoy me ha pasado algo muy... raro. Un personaje de mi novela me ha contactado vía mail.
No bromeo, un señor me ha enviado un mail y me ha dicho que ha encontrado su nombre en un relato mío. Lo que no sabe es que también es el personaje de la novela que estoy gestando.
Primero he pensado, esto te pasa por hacer ego-surfing (buscarse a sí mismo en google). Le he explicado que ni le conozco a él ni a ninguna otra persona real que se llame así, y que yo hablaba de un personaje de ficción.
Duda: ¿podría obligarme a cambiar el nombre del personaje de mi relato/novela? Creo que es imposible... siempre puede haber alguien que se llame igual que otro, sea ficción o realidad.
Aclaro que no es un nombre muy extraño, pero tampoco muy común. El nombre, de hecho, es comuncísimo (ein?), y el apellido, algo más singular, pero en fin. ¿No habrá un Leopold Bloom en el mundo? ¿Una Dolores Haze? ¿Un Horacio Oliveira o un, sencillamente, Pedro Páramo?
Creo que el sentirse aludido no implica nada en este caso, pero quería consultar con alguien antes de ver por dónde me va a salir. Estos personajes de ficción...
Es muy posible que existan personas que se llamen Fermín Ceballos, Carlos Ortigosa, Arcadio Botín, César felices o Pablo Guerreriro (personajes de mi novela). Si me comentan el hecho de la coincidencia les diré que yo hablo de otro Carlos Ortigosa, Otro Arcadio Botín etc. Es más, si me da por escribir mi autobiografía, más o menos novelada, aparte de que saldrán muchas personas que existen realmente, el protagonista será un tal Josep Piqueras. Si me sale otro Josep Piqueras le explicaré que no hablo de él, sino de mí. Y listos. No, no creo que debamos cambiar el nombre de nuestros personajes por el hecho de que se dé la coincidencia de que alguien se llama como ellos. Ni aun en el caso de que se trate del malo de la novela. Josep Piqueras (yo, no el otro). |
Casualidades hay muchas en la vida... Si tu prota tuviera muchas coincidencias con este señor la cosa cambiaría, pero eso deber ser taaaaan difícil que yo no le daría más vueltas al tema. Dile al menda que si no le gusta la coincidencia que�se cambie el nombre él y ya está (o que te compre un ejemplar de tu libro y que se lo envías firmado; seguro que fliparía y te haría publicidad entre sus conocidos�-jejeje-). Saludos. |
Exacto, solo coincide el nombre (que yo sepa). Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Seguro que nunca le han pasado cosas tan guapas como las que le suceden al personaje de mi novela. En todo caso, es lo más metaliterario que me ha sucedido en mi vida. Espero que no me empiecen a visitar todos mis personajes literarios por las noches, que me daría mucho miedo. ¡Oh, no! ¡Me voy a convertir en Woody Allen! � |
Tranqui JaviHero, si te convence el nombre de tu personaje sigue con él. Siempre puedes hacer como los americanos con sus películas, ya sabes, poner la muletilla esa de "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia". O bien puedes hacer como Antonio Gala: inventar nombres horrorosos para mi gusto: Deyanira Alarcón, Palmira Gadea, Desideria Oliván... Y eso del ego surfing sí que puede ser chocante; una vez me busqué a conciencia y encontré de todo entre mis semejantes de nombre y apellido: un director nacional de una multinacional, un abogado, un torero... ¡y un violador colombiano! � |
No me acuerdo quién era una escritora que dijo que ella elegía algunos nombres para sus personajes mirando el listín telefónico. Así aciertas fijo. Yo, muchas veces pongo en google algún nombre para cerciorarme de si voy a ser mínimamente original. Es importante hacerlo sobre todo con los títulos, pero eso ya es otra cuestión. Por cierto, yo soy tocayo de nombre y primer apellido con un tenor de Valladolid. Por otra parte, estoy seguro de que, entre todas las personas del mundo, debe haber más de una y más de dos que se podrían sentir fuertemente aludidos por personajes literarios, que lleven una vida similar. Eso y, además, el delirio de pensar que se le está describiendo a uno en la televisión, en las canciones... Ya digo, es curioso lo que uno encuentra haciendo ego-surfing. � |
Creo que lo que deberas plantearte de verdad es si el que te ha escrito es realmente tu personaje, y lo que ha pasado es que has malinterpretado su vida en tu relato y novela. El pobre hombre quera ser alguien normal, y t te empeas en complicarle la vida. Esto s que se parece al personaje de Niebla (Augusto?). Es la personificacin del personaje llevada al extremo. Qu pedazo de libro!!
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Por cierto, fuera de tonteras: cuando yo pongo un nombre a un personaje, suelo meterlo en Google para asegurarme de que no hay nadie que se llame as. Est claro que Google no es el censo de empadronados, pero me quedo con la conciencia tranquila. Pero vamos, opino como los dems... No creo que nadie pueda lirtela por ese tema.
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Arawna: sí, jejeje Puse este título porque va asociado al tema del hilo... y además es un [casi] plagio. Pasaré del tema (creo que al tipo le valió mi respuesta de que era ficción), o, si no, plasmaré dentro de la propia novela que nuestro protagonista ha de cambiar de nombre por exigencias metaficcionales. |
Podéis estar tranquilos que legalmente no existe impedimento para crear un personaje de ficción con el nombre y apellidos de un personaje real, a no ser que quede perfectamente claro que se está hablando de la persona real en concreto. De todas formas, personalmente intento ser lo más original posible. Si es un personaje ficticio, que sea ficticio hasta el nombre (en mi novela "Deberíais ir a la guerra, mi Señor", los personajes ficticios se entremezclaban con personajes históricos reales, era premisa casi indiscutible que los nombres fueran únicos y de casi imposible coincidencia con nombres reales). |