Todavía no he decidido de qué van a ir las claves. En todo caso, esto queda abierto para todo tipo de comentarios.
Pues como el concurso trata de la "hora final", las claves sern cementerios famosos y, si me permits, de vez en cuando os entretendr con algn epitafio gracioso o conocido como ste: “Aqu descansa mi querida esposa Brujilda Jalamonte (1973 – 1997).
Seor recbela con la misma alegra con que yo te la mando”.
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Carlos, un gran epitafio, pero si me permites lo cambiaré por Brujildo Jalamonte... (Jajajaja....)�Pero hablando de cosas funebres, hay uno en especial que me gusta mucho aunque no encierra nada de especial: Aquí yace un valiente, un noble adversario y un verdadero hombre de honor. Que descanse en paz. � Manfred von Richthofen (El Barón Rojo). |
Ya tenemos el primer micro, algo es algo. A ver si el resto empieza a animarse. Si veis algn retraso este fin de semana no pasa nada, andar de viaje y espero conectarme menos de lo habitual. Bueno, para celebrar el primer micro ah van las ltimas palabras de Madame du Barry en el patbulo:
" Por favor seor verdugo, un momentito."
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Aún ando de viaje pero me conecto, no os recatéis de enviar vuestro micro. De momento sólo llevamos dos, que es una cifra algo pobre. Enviad lo que queráis. Por si dudáis de que vuestro micro esté bien o mal, os dejo este sincero epitafio: Yace aquí un hombre que en vida hizo mucho bien y mucho mal...
todo el bien que hizo lo hizo mal y todo el mal que hizo lo hizo bien |
Tenemos un tercer micro. Voy a permitirme poneros un prrafo que escrib hace cuatro aos, como parte de una novela (La huella de tu ausencia) que tanto me gust escribir. Una reflexin sobre el adis. Construimos la vida sobre supuestos, meras disposiciones mentales que arrastran la inercia de lo que creemos que se mantiene en pie, aunque haya desaparecido sin nosotros saberlo. Es extrao averiguar que alguien querido ha sufrido un accidente, o un trastorno intenso, quiz la muerte, sin que nuestra vida se altere lo ms mnimo hasta el momento de saberlo. Se dice “No puedo vivir sin ti” pero el ser amado puede haber desaparecido sin que veamos nuestras rutinas alterarse lo ms mnimo hasta que la noticia se hace presente. Por eso decimos adis con tanto sentimiento al verlo marchar, el corazn nos duele, levantamos la mano agitndola sin descanso, adis, adis, ve con Dios, que l te guarde, que nada te pase ahora que dejar de verte, cuando no sabr si vives o mueres, si caes, sucumbes, si tu vida se rompe sin remedio arrastrando la ma. La despedida es tanto ms dolorosa cuanto la incertidumbre se apodera de nosotros. Qu suceder en tu ausencia, qu ser de ti, tropezars quiz, te asaltarn, alguien te tapar la boca asfixindote, morirs tal vez mientras yo estoy caminando por la calle, comiendo, charlando alegremente con un compaero de trabajo, un vecino de escalera. Tal vez alguien pregunte por ti y yo diga que ests bien con el vago presentimiento de que puede no ser as, podras haber muerto en un accidente, de un infarto fulminante, una cuchillada por resistirte a un atracador. Adis, decimos, deseando que la ausencia sea breve, la incertidumbre llegue a terminar pronto, llmame al llegar, que yo sepa que ests bien, que mi vida contigo slo se ha suspendido brevemente, eso decimos, eso pensamos. |
Es curioso esto de las lápidas, Carlos. En relación a ese personaje histórico que contestó: "no sé, es la primera vez que me ejecutan", contaba mi abuelo, que en paz descanse, que cuando la Guerra Civil, fueron a matar a uno en el paredón, y que un guardia le preguntó dónde le gustaría estar enterrado, el otro le respondió: "no sé, como no me morí nunca..." Por cierto, pocos micros ¿eh? Ese puente... |
"Su hora final ha llegado" ri alegremente aquella alma errante, extendiendo sus alas negras. En ese mismo momento varias personas dispersas por todo el pas detuvieron el comienzo de su escritura. Mara, Ricardo, Miguel, Josep, Mnica, Rosa, Daniel, Antonio Jess, M Clara... se preguntaron al unsono: Qu hago yo escribiendo esto?
La memoria de aquel concurso se haba borrado, al igual que las visitas que un apenado Carlos haca al cementerio para contemplar las lpidas de Oscar y Alberto, viejos amigos desaparecidos.
Tan slo el eco de la perversa risa pareci estremecerles por un momento.
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He estado ausente, les pido disculpa por mi casi nula participación en el foro, estoy organizando un emprendimiento y esta semana pudieron más los números, tan necesarios ellos, que las letras, tan bellas, audaces e inspiradoras que nos calman y hacen soñar. :)� Pienso que 8 trabajos es muy buen número, además �de muy buena calidad |
Se ve que nos cuesta votar. A estas alturas de la tarde aún quedan tres participantes por votar. Unos vagos, vamos. De momento y hasta esta noche, la cosa está así: San Fernando .....12 (2) Pére Lachaise ..... 7 (2) Almudena ............. 7 (1) Cimitirul ................ 5 La Recoleta ......... 3 (1) Arlington ............... 1 Poble Nou ............ 1 Highgate ............... |
Finalmente, yendo en cabeza desde el principio, el elegante micro ganador de un tal JOSEP PIQUERAS. El buen amo y su criado —Su hora final, señor. — ¿Ya? —Me temo que sí, señor. Ese manto negro y la guadaña son inconfundibles. ¿Le digo que pase? — ¿Tengo otra alternativa? — Francamente no, señor. —Bien, pues hazla pasar. Y luego aguarda fuera del cuarto. —Como usted disponga, señor. Pero permítame antes que coloque bien las ropas de la cama y el cojín... Así está mejor. Adios, señor. Que Dios le bendiga. Ha sido usted un amo generoso y bueno. No le olvidaré nunca. —Adios, buen Fermín. Gracias por tu afecto y tu lealtad. Pase, señora, pase... estoy listo. |