En esta revisión bibliográfica, hemos intentado analizar la información disponible sobre los Cuidados Paliativos y el cuidador principal y/o informal; necesidades; y apoyos que éste recibe por parte de los profesionales.
El Cuidado Paliativo es una disciplina emergente, y hasta su instauración en la década de los 60, la medicina y los profesionales, dirigían su trabajo a tratar los problemas físicos del individuo, la enfermedad, desde Cuidados Paliativos, los equipos que lo componen, de forma multidisciplinar, abordan la situación de la persona de forma holistica. Tratan de conseguir que puedan pasar el último tramo de su vida rodeados de su familia y morir de forma digna.
En la actualidad, el cuidador principal del paciente con enfermedad en fase terminal, es figura clave en todo el proceso del que se ocupa la medicina paliativa, de hecho se puede ir más lejos y afirmar que sin la colaboración y dedicación de estos cuidadores informales, los programas de atención domiciliaria serían inviables.
La estructura asistencial de Cuidados Paliativos tiene a la familia del paciente como eje central. El cuidador principal que pasa el día a día con el paciente en el domicilio, se convierte en pieza medular. Es a esta persona, cuidador o cuidadores, a quienes los profesionales deben enseñar, como atender al paciente; y proporcionarles los soportes necesarios para satisfacer sus propias necesidades.
Las necesidades del cuidador pueden ser diversas, cada uno de forma particular expresa aquella que le resulta más relevante; desde el equipo de Cuidados Paliativos es importante identificar la figura del cuidador, para poder ofrecerle ayuda según sus carestías. De forma general es fundamental darle información respecto al proceso de la enfermedad, apoyo psicoemocional, social, y espiritual para evitar que las circunstancias que conlleva el cuidado no acaben desgastando su tesón.