TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO Y NO FARMACOLÓGICO DE LAS CRISIS HIPERTENSIVAS

Introducción y Objetivos: La hipertensión arterial es un importante problema de salud en la actualidad. La definición de crisis hipertensiva se relaciona con la afectación de órganos diana acompañada de una rápida elevación de las cifras tensionales. El objetivo de este trabajo es dar a conocer el tratamiento farmacológico y no farmacológico de las crisis hipertensivas, y mostrar las formas de prevenir y controlar la hipertensión arterial para dar a conocer su relevancia en nuestro sistema de salud. Metodología: Investigación cualitativa tipo estudio de caso. Empleando el modelo de patrones funcionales de Marjory Gordon, planificando los cuidados en base a la taxonomía de diagnósticos NANDA, resultados NOC e intervenciones NIC. Realizado en el Servicio de Urgencias de Atención Primaria del Centro de Salud de San Pedro del Pinatar (Región de Murcia) en el periodo comprendido entre Septiembre y Noviembre de 2013. Resultados: Se identifica como diagnóstico principal Deterioro del intercambio de Gases r/c cambios de la membrana alveolo-capilar m/p disnea, agitación, taquicardia, confusión. A su vez, se identifica como complicación principal Shock cardiogénico. Discusión y limitaciones: Son escasos los trabajos que analizan la frecuencia con que se presentan las crisis hipertensivas. En cuanto al tratamiento, no existe evidencia científica que determine cuál es el más idóneo, pero sí se debe tener presente que el tratamiento debe ser individualizado según la situación de cada paciente. Por otro lado, la adherencia terapéutica es un problema de gran relevancia en salud pública y el papel de enfermería es muy importante para su control. En cuanto a las limitaciones presentadas al realizar nuestro estudio destaca la falta de tiempo que impidió un seguimiento del paciente a largo plazo. Conclusiones: La presencia de crisis hipertensivas incrementa el riesgo de padecer eventos cardiovasculares. Los pacientes con emergencias hipertensivas requieren la reducción inmediata de la tensión arterial. Hay que fomentar el autocuidado y otorgar al paciente el papel protagonista de su enfermedad.