Paradise for vibraphone.

Son muchísimos los intérpretes y compositores que han nutrido su lenguaje y su inspiración para la composición de piezas para este instrumento. Podríamos destacar músicos como L. Hampton, D. Samuels, E. Sejourne, N. Daughtrey D. Friedman, A. Lipner y un largo etc... Todos ellos, en su justa medida, han llenado mi cabeza de ideas musicales, que a su vez, tratan de salir transformadas en piezas como esta.

Esta pieza musical escrita para vibráfono solo. Es una obra pedagógica que explora todos los registros del teclado de un vibráfono de 3 octavas. A su vez, es ideal para trabajar la musicalidad, la independencia y el desarrollo de las diferentes voces. Tiene una textura de melodía acompañada donde se debe diferenciar bien las diferentes líneas melódicas. Aunque la música puede ser disfrutada en multiformes experiencias, propongo al ejecutante descubrir y seguir la secuencia lógica de la melodía e ir descubriendo el entramado musical, sonoro y mágico que develan las diferentes voces. En este andar sonoro, cada sección emerge como una nueva estación. Sus matices estéticos arrojan un sentido caleidoscópico sobre la música propuesta.

Para llevar a cabo la composición de esta pieza, la cual fue elaborada desde un proceso de investigación-creación, se ha trabajado con el desarrollo melódico y rítmico de una idea musical que tenía en mi cabeza. Esta se fue desgranando en diferentes variaciones y colores dando paso a una obra estructurada en tres grandes secciones con una cadencia intercalada. Esta última, recoge diferentes materiales motívicos desarrollados durante la pieza.

La motivación personal detrás de la elección de las baquetas fue el estudio de las posibilidades técnicas y sonoras tanto de la obra como del propio instrumento, teniendo como objetivo principal una sonoridad cristalina y de mayor limpieza posible.

“Respira profundo y déjate llevar por este recorrido sonoro lleno de colores”