128 páginas. Ilustraciones en color.ÃNDICE.- Comprende 4 partes, una primera donde se cuenta las AVENTURAS DE DON QUIJOTE, brevemente pero ilustradas, para que el niño vea y escuche , sin fatiga, palabras y nombres de personajes por primera vez. Historias que le van a encantar. Una segunda parte dedicada a los Nombres del Quijote. Una tercera parte de Palabras Explicadas. Una cuarta parte de Máximas y Refranes.
PALABRAS DEL AUTOR: El método será leer despacio, repetir algunos términos, modular la voz, explicar lo que proceda para su edad.
El éxito depende de quién se encargue de contar la aventura de turno: Si consigue que el niño quiera que le cuente la historia, que se "enganche", que mire con ilusión la página y escuche con interés, ya estará en el buen camino.
Hablo con la experiencia de mis años infantiles, escuchando a mi padre leer el Quijote a sus hijos.
Los nombres: hidalgo, venta, molino, armadura... serán explicados conforme se ofrecen, y sin detenerse mucho; como una aclaración que no impide continuar con la aventura que se cuenta:
En un lugar de la Mancha... En un pueblecito manchego...
Vivió un hidalgo... VivÃa una persona importante...
Leer despacio, gesticulando, y , cuando proceda, señalando los objetos en el dibujo.
Repetir, repetir, repetir las palabras que queremos que se aprendan.
El que narra o cuenta la historia de turno al niño, tiene que ser artista, saber lo que pretende y dar calor y entusiasmo a sus palabras.
"Le dijo que lo armara caballero". Le pidió que lo hiciera caballero andante.
Debe hablar como si fuera el mismo don Quijote, suplicando al ventero que le haga ese favor.
"Alguien se quejaba: ¡ay, ay, no me pegue!". Con voz de niño que se queja y suplica a otro que no le pegue...
Estas palabras que aprende, quedan grabadas para siempre en la mente del niño, que es lo que pretendemos: que oiga, que repita, que vea, que quiera, como refuerzos en el aprendizaje.
Los sentimientos que despertamos, serán fundamentales a la hora de aprender.
En la PRIMERA INFANCIA (hasta los tres años) el niño se preocupa por el movimiento, por el lenguaje, por la percepción; y si escucha y ve está desarrollando su mente con palabras y sensaciones que le harán reafirmarse como persona en la sociedad, sin darse cuenta.
En la SEGUNDA INFANCIA ( cuatro a seis años) predominan los intereses CONCRETOS, lo que nos llevará a que vea y que toque lo que pretendemos que perdure.
La actividad propia del infante en la primera infancia es el movimiento y el juego.
Tendremos en cuenta que las Clases de lectura sean breves, como descanso a su necesaria actividad que reclama con urgencia; a su movimiento corporal a no poder estarse quieto.
Su misma atención a lo que decimos nos mostrará el interés que le despierta la narración.
Que busque él el cuento, y lo estaremos llevando al juego de la lectura MOTIVACIÃN con gestos, con modulación de voz, con ademanes,...
Nunca sentar al niño "por la fuerza", "porque te lo mando yo".
Despertar interés, jugar con lo que hablamos, saber estar en todo momento, con lo que mostramos y decimos.
Y ese ir breve, ese cambio constante, ese tono de voz, esos gestos y movimientos, harán que el niño hasta seis años, nos siga "el juego" con provecho y con ilusión.
Nos sorprenderemos viendo a los niños pendientes de nuestros relatos, de nuestra voz, de nosotros como actores en una palabra. Don Quijote irá siendo un amigo para el niño, con el que sufren sus desgracias; el amigo al que quiere; su compañero.
Es bueno, es ideal, es noble, quiere hacer bien, y esas virtudes hay que resaltarlas, aunque no acabe de comprenderlas.
El escudero Sancho Panza es el amigo simpático que acompaña a don Quijote.
En definitiva: el padre, la madre, el maestro o persona mayor que se encargue de leer a estos niños pequeños "AVENTURAS DE DON QUIJOTE" será, sobre todo - y debe de saberlo y asumirlo-, un artista de la palabra y de la acción; debe conocer al niño para no cansarlo y saber la gran labor que realiza y como tiene que llevarla a cabo.
La TENDENCIA en la primera infancia (cero a tres años) es la imitación. En la segunda (hasta los seis años) la imitación, la curiosidad, la observación. De aquà que procuremos que el niño nos vea actuar; nos oiga pronunciar correctamente.
Si repetimos las palabras que deseamos que aprenda, estaremos al mismo tiempo con una Clase inestimable de lenguaje.
Si explicamos de paso los términos que no sepa, no comprenda o nuevos, estaremos procurando una lección de incalculable valor en el desarrollo mental del infante.3
En los últimos años (cuatro- seis) LA CURIOSIDAD los llevará a querer saber mas. Cuanto observa le despertará preguntas: "¿Por qué", "¿Para qué"... Y tendremos que dar esas respuestas sobre la marcha para que el niño se conforme. Hay que contestar las preguntas con rigor, con seriedad. Y estar dispuestos a enseñar siempre al niño.
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