UN NUEVO MODELO EDUCATIVO PARA LA SUPERACIÓN DE UN SISTEMA SOCIOECONÓMICO EN CRISIS

Todos los recursos que se destinen a enseñanza serán baldíos mientras se mantenga la práctica vigente, repleta de arcaicas y retrógradas rutinas que nada tienen que ver con un eficaz modelo que permita el verdadero desarrollo intelectual y social de los seres humanos. La actividad educativa que padecemos conjuga la memoria con la obediencia, limitándose, única y exclusivamente, a la transmisión del saber sin que se contemplen otras estrategias más elevadas, cuyo objetivo final sea la adquisición de habilidades del pensamiento.

La forma actual de abordar lo educativo es inherente y necesaria al actual sistema económico y social, por eso ni lo cuestiona en su esencia, ni interviene para mejorarlo, encubriendo esa ausencia con reformas y contrarreformas que son simples lavados de imagen. A lo largo de la historia el sistema ha sacrificado eficacia y capacidad técnica en la producción a cambio de contar con seres cada vez más obedientes, manipulables, sumisos y acríticos. De cumplir esta tarea, sin reparos, se han encargado, y se encargan, la escuela y la universidad a cuyos agentes se les ha otorgado un virtual poder a cambio de ser instrumentalizados por el propio sistema. El modelo educativo, como crisol deformante, y los medios de comunicación, como herramienta ágil y precisa, junto a un formato político carente de participación popular, cumplen a la perfección la labor que les encomienda el poder para alienar a la ciudadanía y distraerla de la actual y remota realidad. La maleabilidad de hombres y mujeres, la ceguera emocional y la anulación del pensamiento son los grandes éxitos del sistema en los últimos tiempos.

En este trabajo el autor realiza una severa crítica a las actuales formas de enseñanza y ofrece un modelo educativo alternativo que permita, a su paso por las aulas de cualquier etapa, nivel o modalidad, mejorar la adquisición o desarrollo de capacidades que hagan de hombres y mujeres personas intelectualmente más analíticas, más creativas, en suma, más racionales y socialmente más críticas, más humanas y más libres. Con este trabajo su creador pretende aportar un elemento necesario para superar las permanentes crisis del sistema, teniendo en cuenta que la mejora del subsistema educativo pasa por una acción prolongada, colectiva y coordinada. Somos conscientes de que los procesos de cambio, las transformaciones, requieren la lucha permanente hasta la consecución de las metas propuestas. Los cambios en la formación, en armonía con los cambios en la organización productiva y política y el modelo cultural, permitirán la superación intelectual que niega la actual práctica y, en consecuencia, propiciará la toma de conciencia necesaria y la superación de la enajenación que, por unos motivos u otros, ahora impregna todas las capas sociales.