Las personas que realmente me conocen van a saber perfectamente a que y a quienes me refiero en este cuento.
Normalmente no soy de escribir, y espero que esta pequeña obra les guste mucho.
Todo el cuento es una gran metáfora, de lo que vivimos cada día, de lo que nos impide avanzar y cumplir nuestros sueños, ya sea una carrera, una mujer, o lo que sea.
Todas las tentaciones que la vida nos ofrece, quieran llamarlo destino, karma, Satanás o como quieran, las tentaciones que nos hacen caer en un abismo sin fondo, y nos puede hacer renunciar. Pero hay que encontrar ese algo, esa dulce risa y suave aroma que nos haga avanzar hasta nuestras metas y alcanzarlas, dándolo todo; dinero, energía, incluso a nosotros mismos.
Ya después que cumplas tu sueño, cuando hallas llegado a esa puerta al final del duro camino, vas a mirar atrás, cuando la niebla se disipe, y vas a ver lo fuerte que eres, y lo aún más fuerte que puedes ser.
Cualquier persona puede ser lo que se proponga ser