Fernando Garcia Álvarez nace en 1886, en el oriente de Asturias, y a la temprana edad de catorce años, como muchos otros jóvenes de esa zona asturiana, se embarca rumbo a ese gran país de oportunidades.
Es en México donde Fernando se hace hombre y sin dejar de lado ser español fructifica en él, el amor que por esa tierra mexicana tiene ya incluso desde antes de emigrar hasta hacerla y sentirla totalmente suya, lo que se traduce en esa amalgama de español y mexicano, que el libro despide.
La obra que tenéis en vuestras manos y ante vuestros ojos, aun escrita a finales de 1936, mas pareciera estar escrita hoy, pues el pensamiento e ideario de Fernando García, son las de un pensador universal, y tienen hoy aún plena vigencia, pues los males que a México aquejaban por los años previos a la revolución, aun siguen vigentes en nuestros días.