Amor en los Tiempos de COVID

Todos tenemos fecha de caducidad, es una constante si el Señor Jesucristo no viniese antes por su iglesia. Dentro de ese espacio de tiempo desde que nacemos hasta que partimos, es muy gratificante y esperanzador saber que podemos experimentar algo eterno que crece con el tiempo, pero no envejece, algo que sabe a eternidad, me refiero al amor. Esta es nuestra historia, de Dali y mía, única pues es nuestra y quiero compartirla contigo. Incluye un largo viaje, una pandemia y la más extraordinaria secuencia de sucesos inesperados que jamás hubiese imaginado ¿coincidencia o casualidad? de ninguna manera, fue simplemente Dios eligiendo permanecer en el anonimato. Quiero dedicar este libro a la memoria de mi amigo Josué Marroquín, su incansable ministerio pastoral me continúa enseñando.
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