Madrileño, de la era del Leño, del Barón Rojo y la birra al Sol.
De la era sesentera, de marionetas y barrio sésamo, entre bocatas de chorizo y Moratalaz en llamas. Y mi vecino se llamaba Alejandro, Sanz creo, de la misma tirada: del 69. Bicicleta y corre¡, que vienen los navajeros, y corre y calla.
Emigrante a Tenerife, a la ola, a la charca, al candil y la marioneta y el teatro del Amparo y la risa del amigo y la guitarra entre tambores y ritmos de acné casi infantil. En Tenerife me quedé por el teatro y el camino del Arte de barrio.
Pedagogo, matemático, escultor, de la educaicón física a la expresión coporal. Un vida de medio siglo ya cumplido y sigo amando al Platerillo, siempre platerillo.
A veces poeta,a veces sindicalista, amigo del amigo. Te regalo un libro y un poema.
Soy didácta, pero más soy padre amante y viejo.
Pero una cosa te digo: la inclusión es un camino.
Enseño a escribir, enseño a leer, enseño a ser y a enseñar, amo mi oficio, que es el arte de la didáctica, y en este camino, mi trazada ahora se llama: innovación, inclusión, teatro.
Las nuevas generaciones deben saber lo que le cuesta a la vida crecer fuera de la pantalla táctil, en un escenario más cerca de la emoción. Por eso. Teatro Educación y Neurociencia.
Feliz día y feliz lectura amiga.