Laso por D'Amico

Mi nacimiento sucedió hace muchos años, quizás por eso no lo recuerdo bien. Fue allá por la primavera del 69 (tampoco recuerdo el año). Justo doce meses después de las revueltas estudiantiles y unos días antes de que el hombre pisase la luna. Esta confluencia debió imbuirme de pragmatismo, inconformismo y fuerza para soñar. Por cierto, el evento tuvo lugar en Sevilla.
Crecí leyendo a los escritores del "pulp" americano, de "Weird Tales" y otras revistas de los años treinta. Pasé mucho miedo con Lovecraft y toda su mitología; tanto como para dedicarle mi primera novela. Aquello sucedió en los años ochenta y por aquella época le dedicaba también mi tiempo a Howard, Poe, Machen, Barker, Leiber y otros escritores de género. Con el tiempo fui pasando a otros pesos pesados de la narrativa, que por sus descripciones y manera de contar una época siempre llenaron mis horas transformándolas en segundos. Hablo de Galdós, Dickens, Lorca o Baroja.
Dicen que la literatura siempre ha inspirado al cine. En mi caso ha sido al contrario. Soy un comedor omnívoro de celuloide. Cuando quiero reflejar un hecho, un pensamiento, una vivenciaescribo un plano de cine. Y todas las referencias y hechos de mis escritos son secuencias de cientos de películas.
Empecé a escribir tarde, a la edad de Conrad y ya en el plano personal os diré que trabajo en el mismo sector en el que estuvo empleado Kafka.