Nacido en Tossa de mar (Gerona) recién acabada la guerra civil española, Enric Mestres Girbal creció ayudando a sus padres en diferentes labores para poder salir de la crisis en que la contienda había hundido a los perdedores.
Pese a que sus estudios son primarios, el afán de superación hizo que se apuntara a diversos cursos culturales, de idiomas y turísticos. Al regresar del servicio militar obligatorio, estuvo trabajando en un pequeño hotel que sus padres habían abierto.
A la muerte del general Franco, con los nuevos aires de democracia que soplaban en España, hizo algunas incursiones en la política aunque, hastiado de la corrupción que ya se vislumbraba, decidió abandonarla.
Colaboró en diferentes periódicos regionales, denunciando todo lo que olía a podrido, buscando aquella democracia utópica que, desgraciadamente nunca encontró.
Cansado de predicar en el desierto, pasó algunos años sabáticos pero el gusanillo de la escritura no le dejaba tranquilo por lo que decidió rescatar viejas historias y leyendas, sazonándolas con algunos episodios de su propia cosecha.
Ahora divorciado, es padre de cinco hijos (dos chicos y tres chicas) que, junto con los 9 nietos que de momento le han dado, endulzan y alegran su jubilación.