Este sujeto escribe novelas gamberras y obliga a sus víctimas a leerlas bajo coacción.
Se le acusa de incitar al desenfreno y la sedición mediante incendiarias soflamas.
Sus libros han sido prohibidos en varios estados y territorios autónomos.
En tratos con múltiples editoriales de muy dudosa reputación.
Tildado de irreverente y libertino por el orden establecido.
Se jacta de no cometer ninguna fatla de otrogagarfía.
Disfruta hablando de sí mismo en tercera persona.
Vendería a su madre por tener un lector más.
El romanticismo no es su punto fuerte.
Todo lo que escribe es mentira.
Burdo imitador de I. Welsh.
Tengan cuidado con él.
Están advertidos.
Libros de este autor en Bubok:
Los Matones del patio
Bienvenido a secundaria
Yobbo 98
Cosas que no se perdonan