La historia de un buen hombre
Es ésta la historia de un maestro de obras medieval, a quién, según estos escritos, se atribuye la participación en las iglesias de la Magdalena en Zamora y de la Asunción de Gandesa (Tarragona); discípulo del gran maestro de obras Giral Fruchel.
Se trata de una fantástica narración, contada por Naro, ahijado del maestro, donde se describen unos extraños acontecimientos ocurridos a caballo entre el siglo XII y XIII, que llevan a ambos personajes a un viaje hacia lo desconocido; como templarios primero, y Naro terminando sus días como monje en el monasterio de San Pere de Rodes.
Siempre servidores de la Iglesia, pero acusados de ser cátaros por la misma.
“Buenos hombres”, es como se definía a los cátaros en Occitania
Nunca sabremos si estos personajes fueron realmente cátaros, pero con toda seguridad sí fueron hombres buenos