Foro para escritores de Bubok

Enhorabuena, R2D2. Enhorabuena que hago extensiva a los otros participantes, pues para ser que los partos fueron algo dolorosos, largos y difíciles, las criaturas han llegado hermosas, bien formadas y con buenos valores literarios tanto en la forma como en el fondo.

Me han gustado todos los relatos. ¿Y por qué no? al ser pocos ha sido más sencillo saborearlos. En esta edición del taller le he visto sentido a aquello de lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Ediciones con quince o más participantes como las hubo en los buenos tiempos del antiguo concurso son, hoy por hoy, lo mismo que el tema propuesto para la décima�edición: una utopía. Aún así, las utopías se hacen realidad algunas veces.

El taller de relatos ya no es un concurso que�dependa�de una�abundante participación para�cumplir sus objetivos, ni tiene como�finalidad otorgar premios o�medallas.�Es un lugar de encuentro abierto�a todos para poder escribir dentro de unos límites y ajustándonos más o�menos a un tema.�Y�como buen taller creemos que ha de servir para mejorar nuestras pequeñas obras, y con ellas nosotros mismos, con los comentarios, advertencias, consejos y sugerencias que nos hacemos los unos a los otros. De hecho la votación ahora se hace puntuando,�y ya con ello estamos emitiendo un juicio�valioso para el autor, a diferencia del método de votación anterior.�Método que, además, estaba profundamente condicionado a una determinada participación. Ahora, incluso con dos o tres relatos, podemos�puntuar (poner una nota) y después comentar. De ese modo, en ocasiones como esta, en las que cada uno por el motivo que sea ha tenido�serias dificultades para participar y fue necesaria una prórroga, el taller pude seguir adelante.

No creo que debamos darle más vueltas. No siempre podremos participar. Pero creo que los que vienen haciéndolo tiene más o menos la intención de contimuar por aquí a poco que sus actividades cotidianas se lo permita.

Tal vez llegue un día en que cerraremos el chiringuito y el taller... pues seguro que sí. Y ta vez sea para que unos se embarquen en nuevas experiencias o dirijan su creatividad a otros lugares. Lo que tengo claro es que el día que lo hagamos será de buen rollo y sin traumas y�que la mayoría de nosotros lo hará diciendo: Adios, amigas, amigos. Ha sido un placer. Gracias.

De momento la Utopía nos espera. Y si un tópico es un lugar común, la u-topía es la falta de tópicos, y por lo tanto un lugar muy singular. ¿Queréis algo mejor para contimuar?

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Hola a todos.

Sobre al reflexión que nos propone R2, yo creo que lo que ha pasado esta vez es que la coincidencia ha venido con "mala pata" y cada uno, por distintas razones y todas muy válidas, ha tenido su propia dificultad para participar con normalidad y dentro del primer plazo que se dio y,�como somos poquitos, pues se ha notado un montón. ¿Cerrar? Como dice Piqueras esto es ahora más un taller que otra cosa y, siendo así, aunque sólo se presentara un relato, si después hay comentarios, la edición estaría salvada. Es mi opinión.

Y hablando de comentarios, ahí os dejo los míos:

EL AÑO SABÁTICO DE LEANDRO PRAT. Una bonita historia de amor con final abierto; los románticos empedernidos harán que Leandro se quede en China y los pragmáticos lo devolverán a tierras españolas.

Está escrito con mimo y se consigue encontrar el tono bucólico que el relato pide.

Tal vez, un repaso muy minucioso a la puntuación conseguiría mejorar el ritmo de lectura (que no es malo).

La verdad es que es difícil encontrarle objeciones al relato, si acaso, que no se trata de una historia rompedora y que no termina de tocar la fibra del lector. (7,5)

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LA MANTILLA. Interesante y entretenido. Le encuentro un “pero” y es que me parece que hay mucha historia para un solo relato o para un relato tan corto.

Me gusta mucho la primera parte, el descubrimiento� de la iglesia y cómo se nos hace ver que no es tanto por una cuestión de fe, sino más bien por algo así como la posibilidad de mirar una fotografía o contemplar una vieja película que hace recordar, lo que lleva a Lucio a cumplir con sus “obligaciones” dominicales. Y muy bien también cómo se ha engarzado este hecho con la formación de la sociedad comercial de los tres Navarros (el nombre de la empresa me ha gustado mucho, sobre todo por el malentendido europeo y la indiferencia filipina, ¿significa algo realmente?).

A partir de ese momento la cosa, en mi opinión, se precipita un poco. Descubrimos que hay un contexto histórico importante previo a� la guerra civil española (con más espacio disponible, un poco de recreo en ese tema le vendría bien al relato), una muerte que se deja atrás (un caramelo que no se nos deja saborear), y un intervalo de ¿nueve años desde el comienzo de la guerra civil española? con una guerra mundial de por medio que lleva al encarcelamiento de los tres personajes ¿principales? (y muerte, ejecución, de uno de ellos) sin que se nos diga cómo ni por qué.

En el párrafo anterior he puesto entre interrogaciones lo de “principales” porque me surge una pregunta, ¿estoy leyendo la historia de Lucio o la historia de Lucio, Javier y Fructuoso? Si es la historia de Lucio, se cuenta demasiado de los otros dos personajes (la muerte que dejó atrás Javier, la hijas de Fructuoso y su sueño de ser labrador, cazador� y/o ganadero, por ejemplo), se abren hilos que no aportan nada a la historia de Lucio y, si lo que se nos ofrece es la historia de los tres, entonces, como he dicho al principio, me falta relato, no he podido saborear los hilos de estos personajes.

Cuando Lucio regresa a Navarra, el relato se toma un respiro y se centra en una sola historia. Me ha gustado cómo se describe la espera. Lucio, después de tanto tiempo y esfuerzo no es capaz de tomar la iniciativa para encontrarse con la mujer que ama hasta que comprende que ella no va a regresar; si no hubiera venido el cura ¿seguiría esperando? Es una bonita pregunta que el relato plantea al lector, consiguiendo así que éste intente meterse aún más en el personaje.

En cuanto al desenlace, me gusta, está lleno de interrogantes, ¿qué se encontró Lucio? ¿Una Teresa ajada que ya no se correspondía con el recuerdo que él amaba? ¿Una “Penélope” infiel que no había guardado su ausencia (aunque no tuviera ninguna obligación de guardarla)? ¿Un “no te quiero”? Sea lo que sea, algo lo suficientemente decepcionante como para que ya no merezca la pena vivir. Me gusta que el autor haya dejado que cada lector se imagine su propia decepción, así el suicidio siempre tendrá sentido, sea quien sea el que lea el relato.

En resumen, un relato que me parecería muy bueno si se extendiera sin límites predeterminados. (7,5)

SIGUIENDO LA ESTRELLA. ¿Y no le dejaron nada en los zapatos al narrador?

Es un bonito cuento, una reinterpretación de la� historia de los Reyes Magos en la que la figura de Jesús resulta anecdótica.

Me gusta el retrato que se hace de los personajes, tanto el del propio narrador como el de los tres magos.

En este relato se recurre al sistema de “cuento lo que me contaron” enmarcando así una historia dentro de otra, lo que R2 llama “cajas chinas”. Este recurso, en mi opinión, para que� quede totalmente redondo tiene que permitir que las dos historias tengan su propio peso y que una modifique, de alguna forma, a la otra. En el relato que nos ocupa el peso de las historias está bien distribuido: una sirve de marco y la otra constituye el grueso del “conflicto” que se nos plantea (en este caso un viaje que parece fallido pero que en realidad pasará a la historia como el homenaje de los Reyes de Oriente al Mesías); sin embargo, echo en falta la influencia de una historia en la otra, de ahí mi pregunta inicial; si, simplemente, al despertar el narrador se hubiera encontrado un regalo en los zapatos (es una posibilidad como otra cualquiera, me refiero a algo que produzca un cambio en la historia marco) el relato habría quedado completamente redondo.

Está bien escrito, con total corrección, su lectura es agradable y deja un buen sabor de boca. (7)

MI SOÑADO VIAJE A LA INDIA. Un relato en primera persona en el que se consigue un tono cercano pero con la suficiente “literariedad” como para que no sea “una charla entre colegas”. Ese equilibrio está muy bien logrado.

No sé si el autor se ha documentado o poseía los conocimientos que se dejan ver en el relato; en cualquier caso me da la sensación (yo no tengo los conocimientos y no he podido documentarme a fondo) de que el contexto en el que se ha encuadrado la historia es muy real y que el autor se ha sentido cómodo situando su historia en ese entorno.

Al margen de cosillas que se podrían comentar para mejorar la redacción y que tienen que ver más con el gusto personal que con la corrección, lo que me ha llamado la atención de este relato, para su comentario, es su contenido. Y me ha llamado la atención porque, después de tanta explicación y de crear un ambiente que bien podría conducirnos a una aventura estilo Indiana Jones, o a una ficción al estilo de Stargate o, incluso, a un thriller, nos encontramos con� una amnesia injustificada y un encuentro amoroso-sexual entre dos chicas. En definitiva, el lector se queda boquiabierto y preguntándose “¿y ya está?”

Supongo que la frase final quiere servir de justificante a esta ausencia de información final sobre los misterios del bajorrelieve y del “viaje” de la protagonista, algo así como “el amor (en cualquiera de sus formas) es lo que nos acerca a la espiritualidad y todo lo demás son invenciones que no son, ni llevan, a la verdad”; pero esto lo supongo intentando buscar una justificación al giro final y a la frase de cierre, no porque sea algo que quede� sumamente claro.(6,5)

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Bueno, pues seguimos con el concurso. Realmente ya está dicho todo sobre él, así que ¿para qué darle más vueltas?

El hombre del tanque

La famosa imagen del hombre retando al tanque se ha paseado por mi cabeza mientras leía. Historia bien estructurada, en ella se puede leer todo lo que la susodicha imagen representa, pero con los pensamientos del hombre protagonista. Es un buen relato histórico. Como sé quién es la autora no me sorprende nada. Muy bien.

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La mantilla

Casi todos, por no decir todos los pueblos del norte, tenían por lo menos un indiano. Volvían a casa con fortuna, si habían tenido suerte. En este relato la vida empuja a tres amigos a vivir esa aventura. El relato describe muy bien las peripecias que deben vivir, diferentes para cada uno de ellos. El protagonista tiene una meta por la que luchar. La mantilla es como aquella que ayudó a recoger a una mujer, en la iglesia del pueblo.� Su recuerdo le acompañará siempre. El final es triste, ella no le quiere y todas sus ilusiones han sido inútiles. Y se suicida. Me parece muy bien escrito.

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Siguiendo la estrella

Siempre nos cuentan esta historia desde el momento en que los tres Reyes aparecen en el camino de la familia de Jesús, aquí lo que nos cuentan es lo que sucedió antes de ese encuentro. Está muy bien, si acaso hay algunas repeticiones que lo alargan sin necesidad. Soy mala para esto de los comentarios, recuerdo que alguien solía decirme que demasiados adjetivos calificativos no son necesarios. Bueno, la idea es buena y todo lo demás es digno y aceptable. Además sé que el relato se ha escrito rápidamente para poder participar. Gracias por ello.

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Mi soñado viaje a la India

Esta es una bonita historia que nos lleva de la mano por la India siguiendo la pasión por ella de una mujer que soñaba con hacerlo. Al llegar al final me he sentido transportada a una de esas películas de aventuras en las que suceden cosas extrañas, con pasadizos y recovecos en los que puede esconderse un peligro. La escena final de las dos amigas-amantes ha sido de lo más sorprendente. Tengo presente la peripecia de esta edición, por eso lo puntúo sin tener en cuenta las variadas repeticiones y otros pequeños detalles que pueden mejorarse. Da la impresión de que no se ha podido repasar el trabajo antes de publicarlo.

El año sabático de Leandro Prat

PUNTUACION Y COMENTARIOS: Como recuerdo de una bonita y romántica vivencia está bastante bien escrito y apetece su lectura. Como relato lo encuentro falto de objetivo, de nudo alrededor del que debe hilar el relato. Sin embargo, la sencillez de su lectura me gusta bastante. Si me olvido de que esto es un taller para relatos lo valoro con un ocho y medio (8,5), pero si lo considero un taller de relatos, debo bajar esa valoración, aunque solo sea por consideración a quienes han escrito un relato con introducción, nudo y desenlace. Lo valoro con un seis.

El hombre del tanque

PUNTUACION Y COMENTARIOS: Bien como relato, aunque algo repetitivo, pero es la narración de una escena concreta y eso puntúa. El tema algo manido y con un final muy previsible, pero curiosamente narrado. Ese remate final, intencionado, sí, pero falso. Desgraciadamente esos sacrificios de nada sirven al hombre de hoy. Puede más una revolución armada que una resistencia pacífica. Hay que leer la historia para ver que nada se consigue. Solo un hombre en el mundo consiguió que le recordasen, que las cosas cambiasen y hoy en día está en tela de juicio� aquellos que creen en la resistencia pasiva. Como relato me gusta aunque el tema me decepcione algo. Lo valoro con un siete.

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La mantilla.

PUNTUACION Y COMENTARIOS: Me es difícil entender que el autor de este relato no sea capaz de condensar su narrativa. Lleva tanta parafernalia innecesaria para el desarrollo del relato, que el núcleo queda difuminado entre tanta palabrería. Introducción interesante, que me animó a seguir leyendo, pensando que “algo” ocurriría a los tres amigos para romper el relato en dos, pero no, solo explicaciones de un día a día, de una guerra y de la muerte de uno de ellos que, pensé que era el núcleo del relato, pero que solo quedó en una anécdota más. Sí, es cierto que tiene conclusión y bastante contundente, pero que no logro entender, aunque me he hecho, posiblemente errónea, una composición del porqué del suicidio. Lo valoro con un seis y lo siento, pues al comienzo del relato me hice una idea más positiva del mismo.

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Siguiendo la estrella

PUNTUACION Y COMENTARIOS: Simpática forma de interpretar la historia. Me gusta la sencillez de la narrativa y el estilo. Como relato lo encuentro falto de una introducción que capte mi atención, pero su núcleo y su desenlace, aún siendo bastante previsibles, me gusta como lo ha narrado el autor. Lo valoro con un ocho.

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Mi soñado viaje a la india

COMENTARIOS: Como explicación a mi relato, he de confesar que me metí en un embrollo de tal magnitud, para mi corta imaginación, que no supe salir del lío y lo único que se me ocurrió es el consabido truco literario de dejar abierto el relato. La relación entre las chicas ya venía intencionadamente pensada desde el principio, como reserva a una posible inconclusión del relato. Aparte de ello, también usé un pequeño recurso psicológico que los especialistas dicen que tienen todas las personas homosexuales, como es una muy especial sensibilidad por todo lo esotérico y oculto; por ello lo usé para acceder a tocar con sus especiales dedos sensibles el resorte oculto del bajorelieve.

Como veis, y de acuerdo a los resultados y los comentarios, no he dado ni una, cosa que no me preocupa mucho pues, �poco a poco, las cosas me van saliendo mejor a mis ojos, aunque no a los ojos de los lectores, como sois vosotros. Tampoco hay que pedirle peras al olmo ni colmarse de satisfacción mientras somos jóvenes (je, je, je)

Olvidé agradecer a María y a Ricardo el que nos leyesen y nos votasen. Quiero hacerlo ahora, añadiendo que me gustaría leer alguna cosa suya en futuras ediciones.

Gracias a todos por vuestras puntuaciones que me transmiten el mensaje de que mi relato ocupa dignamente un sitio junto a los otros cuatro. Que está a la altura esperada. Porque de los relatos de esta edición podría decir que todos ellos los veo con méritos para estar en una antología del relato breve. No destacando, posiblemente, de forma muy brillante, como los mejores, pero contribuyendo a dar valor global a la antología. No sé si me explico. SI tomó en mis manos una colección de relatos, me gustaría encontrarme relatos como los de esta edición.

El año sabático es un relato agridulce, pero hermoso. Por lo menos es agridulce su final, que nos pone en la disyuntiva de que, de un modo u otro el protagonista no logrará satisfacer al cien por cien sus deseos y sus expectativas. Pero tiene algo de mágico halo cinematográfico o literario que me trae enseguida a la mente películas vistas y libros leídos en años pasados. No puedo dejar de pensar en El velo pintado o el Americano impasible, o en algunas novelas de autores o autoras como P.S.Buck. Aunque no tengan nada que ver, el relato logra interpretar en mis recuerdos bellas notas que se producen al pulsar algunas cuerdas de mi memoria.

�El hombre del tanque

¡Pobre pastorcillo David frente a un Goliat del siglo XX! Estos relatos y los hechos que narran más bien que describiendo lugares o personas, hablando de sus sentimientos, sus pensamientos, sus deseos, sus posturas ante la tiranía o la injusticia, nos producen sentimientos diversos, de rabia e indignación, de pena y dolor, de admiración y, sí, en algún caso nos podrían llevar al pesimista desánimo que nos hace creer que esos heroísmos no sirven, a la larga para nada. Pero a lo mejor sí lo hacen. Tal vez no lo veamos nosotros, pero el gesto, los actos de ese hombre frente al tanque, como los de unos jóvenes protegidos simplemente con unos paraguas, den su fruto algún día. ¿Por qué no? La utopía es gratis, y soñar no paga peaje.

La mantilla

Ya se ha señalado que este relato merecía, requería, más palabras, más extensión. Es una obra con historias que, si no van encajadas como cajas chinas, van acopladas como las hojas de un triple o cuádruple biombo. Hay un momento en que creo que se confunde el nombre de uno de los protagonistas, a la mitad del relato. EL ambiguo final, por lo que hace a los motivos por los que se suicida, algunos pueden verlo como un problema. Mejor sería completar la historia con un encuentro, o desencuentro, con tristeza, crudo desengaño, o lo que fuese. De todos modos podemos pensar que fuese lo que fuese no cambiaría el final, el suicidio, que está ahí como remate de la historia.

Mi soñado viaje a la India

Lamento, igualmente, haber olvidado dar la enhorabuena a mi admirado robot R2D2, por su victoria, porque creo que los relatos de esta edición, no sé si por el motivo de haberse hecho esperar, eran de una calidad extraordinaria. Hasta el extremo que hasta el mío me ha parecido muy bueno.

Y ahora, hablando del taller y lo ocurrido en esta laboriosa edición 9ª.