Cuando yo tenía catorce años casi todos mis amigos tenían motos. Resultaba bastante patético verme llegar media hora tarde a todas partes.
Vivía en un pueblo perdido, de aquellos en que la mayoría de habitantes tienen cuatro patas. Los chavales iban en moto sin carné ni casco y no pasaba nada. El grupo de peatones estaba formado por un par de tipos que disimulaban su frustración como podían.
Yo llegué a ponerme a trabajar para poder comprarme una. Me pasé un verano currando en una fábrica (entonces trabajar con catorce años no era tan raro como lo es hoy trabajar, a secas). Cuando tuve la pasta mi padre me miró a los ojos y me dijo: Caraluna, cuando seas padre comerás huevos.
Así que seguí siendo peatón unos años mientras mis amigos lucían, casi todos, esta maravilla de 49 cm3
No fue hasta unos años más tarde, cuando ya tenía 18, que las cosas se pusieron de mi lado. Un buen amigo me "dejó" su moto a cambio de arreglarla, limpiarla y mantenerla. Y 5000 pts del ala!
La moto ya era vieja para entonces, pero yo era el tipo más feliz del mundo. Mis padres me tenían prohibido salir del pueblo pero no me hacía ninguna falta. Al principio creían que me gustaba la velocidad. Aún me río al recordar la primera vez que me vieron fumando mientras conducía. ¿Os hacéis una idea a que velocidad hay que ir en moto para poder fumar?
Y sí, por aquel entonces seguíamos sin llevar casco. Esta era la preciosidad de las 5000 pta.
Os aseguro que con ella, pro más vieja y lenta que fuera, me sentía el chiquillo más feliz de mi pueblo. Velocidad máxima=50km/h
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