Foro para escritores de Bubok

¡¡Enhorabuena, Sacra!!

Comentarios a “Piso vacío”:

Te felicito, Aribau. Normalmente tus relatos están bien escritos, pero les suelo echar en falta algo de víscera. Aquí no. Tal vez me equivoque (últimamente es costumbre en mis rutinas), pero parece un relato parido desde el reflujo y en el que las células grises sólo acudieron como artistas invitadas. De no ser así te felicito doblemente.

Relato cercano que crea empatía y que incita a la reflexión sin aleccionar al que lee con diatribas innecesarias. Como diría Turambar: plas, plas, plas…

P.D.: olvidé que hoy estaba en modo pitufo gruñón: el título es más blando que la mantequilla de Soria. “Agrede”, que algo queda.

Solo en casa (reloaded). Un buen relato y bastante bien escrito, aunque, por empezar poniendo alguna pega, señalar alguna cosilla:

·Esta frase, ¿no estaría mejor puntuada así?: No era que le gustase la soledad, no(,); era exactamente eso(,): que le gustaba estar solo en casa.

·¿Esto no iría mejor entrecomillado o en cursiva?: dos personas se dicen aquello de “podríamos irnos a vivir juntos”.

·Este parrafito: Aunque, claro, si alguna noche de fin de semana caía algo y no había otro lugar, acababa con alguna en casa. A la mañana siguiente, eso sí, le preparaba el desayuno por una cuestión de hospitalidad e incluso se lo llevaba a la cama. Pero en seguida procuraba deshacerse de ella con alguna (muchos “algos”) fórmula de ésas de “ya te llamaré”.

·Esta construcción: acudía al Rastro donde había un puesto en el que las cambiaban.

·Este leísmo: Él lo que quería era que no lo marearan.

·Una sugerencia: luego, la imagen de ella en el cerebro, la mirada al reloj y que le entraran  (se puede quitar y dejar la frase sin ello, creo que suena mejor) todas las prisas para ir a Atocha a recogerla.

·Y esto también, entrecomillado o en cursiva: imeil, scalextric.

Y puestas las pegas, decir que me ha parecido un relato muy bien construido, con una estructura de vaivén temporal muy elaborada que le da dinamismo y veracidad a la historia. También me ha encantado el tono de la narración: no tenemos a un narrador omnisciente y, mucho menos, a un narrador observador; es un monólogo interior en tercera persona, una originalidad que sólo unos pocos saben manejar con éxito.

En cuanto a la historia, es sencilla pero no por ello fácil de abordar, se nos presenta a un personaje que elude los compromisos por comodidad, un “Peter Pan” de carne y hueso que se “enamora” con la facilidad del adolescente. Relaciones sin bases convincentes en sus comienzos, ni futuro posible. Un buen trabajo.

Piso vacío. Un relato tierno y emotivo.

Predomina en la narración la auto compasión y, aunque hay un intento final de sobreponerse a ese sentimiento no parece que el protagonista consiga sacudírselo del todo.

Me ha llamado la atención la frase “la mayoría tienen un don especial para quedarse con nuestro dinero y con nuestros hijos.”. Es la confirmación definitiva del victimismo (que antes se apuntaba con la falta de dignidad, el calificativo de “puta” para su ex…). Un toque subliminal muy conseguido.

El relato es mejorable en su escritura, necesita  chapa y pintura. Por ejemplo en este párrafo: “Creí que todo eso me estaba reconstruyendo poco a poco; que me sentía más fuerte y más capaz. Creí que sería fácil enfrentarme a Marta de nuevo pero fue entrar en el párking ese sábado por la mañana y recuperar todos mis demonios. Su coche estaba ahí, desaprovechando media plaza pero mostrándome el camino a la salida. Supongo que se habría apañado una copia del mando de algún vecino. Me puse nervioso pensar que Marta ya había dado todos los pasos que tenía que dar.”Al margen de la puntuación, deduzco que se quiere mostrar una imagen muy concreta, pero algo falla y resulta una escena bastante confusa con la media plaza desaprovechada y la copia del mando del vecino.  Un relato con buena base pero muy mejorable.

Guante blanco. Una historia de amor.

Es un bonito relato, bien escrito. Me gusta la descripción de los pasos seguidos por el protagonista, cómo nos cuenta sus miedos e inseguridades, cómo nos revela su pasado sin hacer una retrospectiva.

Todo parece indicar que el protagonista ha regresado a su antiguo hogar después de muchos años, tantos como para que nadie, ni Eva, sean capaces de reconocerlo y que por un temor quizás al rechazo o a tener que marcharse de nuevo, en lugar de darse a conocer o intentar reconquistar a su amor decide hacer lo que sabe: robar. En este caso unas horas en su compañía.

Un par de cosas no me cuadran en este relato. La primera, que no veo yo a una ancianita durmiendo desnuda, las habrá sin duda, pero no la veo, y menos aún cuando al despertar se encuentra la cama caliente y la ventana abierta. La segunda, que se asegura que Eva ha envejecido mejor que el protagonista, sin embargo éste es capaz de colgarse de un arnés y ella no se entera de que alguien se cuela en su cama. O está muy cascada (sorda y/o casi inconsciente) o tiene el sueño demasiado pesado. 

Cuarto menguante. Me gusta el título, cuarto menguante literal en la luna esa noche; cuarto menguante= habitación (casa) que angustia; cuarto menguante= luz que  acabará por desaparecer cuando llegue la luna nueva (camino hacia la soledad absoluta e insuperable).

Me gusta el juego que se hace con los sonidos (aunque he tardado en reconocer el goteo de la ducha ¿drop?, mi ducha suena más “blop”), remarcan el silencio y refuerzan la sensación de soledad que acompaña al protagonista.

Me gusta cómo se consigue que el lector obtenga toda la información necesaria para conocer la historia que se nos cuenta sin que se haga una narración, una exposición, sobre lo ocurrido; el autor/a consigue que “sintamos” con el protagonista. Me gusta la recreación en los pequeños recuerdos (una foto robada, una nariz arrugada, el cuco de un reloj…), enfatizan el sentimiento de amor verdadero necesario para contar esta historia de soledad. Un trabajo muy logrado.

Amelia. Un relato muy bonito en el que encuentro dolor, pero no soledad.

Se juega con el hecho de que la pareja de Amelia era otra mujer, parece querer ser una gran revelación final, una sorpresa para el lector. Y bueno, sí que es al final cuando sabemos que su amante se llamaba Eva, pero no supone ninguna ruptura o giro para la historia que se nos acaba de contar.

Decía que en el relato encuentro dolor pero no soledad, y es que se describen tan bien, tan vivos, los recuerdos que da la sensación de que ellos solos serán capaces de acompañar a Amelia sin necesitar a nadie más a su lado.

El relato está muy bien escrito y me gusta la presentación que propone: una mujer frente al espejo viéndose a sí misma tal y como es y transformándose en la que verán los demás. Un buen trabajo.

Guillermo.  Una historia de “no soledad”. Buena forma de abordar el tema.

Un relato en el que se pretende mostrar que la soledad física no implica soledad emocional. Y se consigue.

La historia nos muestra a un protagonista que parece condenado a la diferencia y por tanto a la soledad. Es superdotado (en un colegio de niños normales), de familia humilde (en un entorno de gente adinerada) y alguien le paga los estudios, no solo los normales, sino también una preparación excepcional (algo que casi nadie tiene el placer de disfrutar) en el extranjero (sin nadie que le acompañe). Y sin embargo se sabe acompañado en todo momento. Es como si el relato tratara de decirnos que la soledad no es una circunstancia, sino un estado de ánimo.

La historia está muy bien llevada, la lectura, aun sin grandes giros, se hace amena despertando el interés suficiente como para desear continuar con la lectura. Un trabajo serio.

En una masturbación.  ¿No le dije ya a alguien que en los diálogos sin acotaciones no se cierra la frase con guión o raya?

Un diálogo con LA SOLEDAD.

Lo curioso de este relato es que la soledad se nos presenta como un ente vivo, un ser que pretende convivir con el protagonista. Me ha parecido acertada la elección del escenario, un hombre en el espacio completamente aislado, contemplando al mundo desde lejos y “destruyéndolo” con el que quizás sea el acto más solitario del ser humano, una masturbación. Esto en cuanto a la historia.

En cuanto a la forma, además de recomendar un repasillo a la puntuación, veo el texto cargado de más, un tono por encima de lo deseable. Está bien esmerarse en encontrar la mejor palabra para cada expresión, pero la mejor no tiene por qué ser la menos usada, la que menos se entienda o la que más desconcierte, ya que a veces se consigue el efecto contrario al deseado. Y lo mismo que ocurre con las palabras pasa con las construcciones.  Un relato que sin duda ha sido muy trabajado pero que, a mi entender, necesita un limado.