Contra avaricia, largueza (El estraperlo)

La acción se desarrolla en el Madrid La escena, contemporánea de principios del siglo XX, representa el salón de recibo de la modesta vivienda del protagonista. La obra gira en torno a un joven médico con gran porvenir, que dedica todo su empeño en encontrar un nuevo tratamiento para sanar de una grave dolencia a una joven de familia adinerada, de quien está locamente enamorado. El protagonista no duda para ello en hipotecar su hacienda, cayendo en las garras de un usurero. Este hecho es desconocido por la madre de la joven, persona que posee una gran fortuna. La joven fallece. El tiempo pasa y la deuda no se salda. El usurero exige la devolución del dinero prestado o quedarse con las propiedades del joven médico. A punto de cumplirse el plazo, reloj en mano, la madre de la fallecida, se entera de tal situación y del amor que el protagonista profesaba por su hija y se ofrece para saldar la deuda por él contraída. El protagonista no acepta el sincero ofrecimiento, ya que su amor por la muchacha fue puro y quiere alejar cualquier duda sobre un posible interés económico. Finalmente, el protagonista arruinado y desconsolado por la pérdida de su amada, mantiene su nobleza de espíritu y su honor: ¡Miseria por nobleza!