ECOLOGÍA INTEGRAL Y ECOLOGÍA PROFUNDA (2). Más sobre dos paradigmas conmensurable (tomo 2)

Hace 50 años, en 1973, el filósofo Arne Naess, creó el término "ecología profunda". En 2015, el Papa Francisco prefirió utilizar otro término diferente: el de "ecología integral". Aunque los términos tienen unos contenidos similares, el término que la Encíclica Laudato Si´ utiliza es el de "ecología integral", ya que pone su punto central en el ser humano (sin desdeñar el cuidado de la casa común, la Tierra). Aunque el profesor Carlos Beorlegui matiza y acerca conceptualmente los términos de ambos (por eso los denominamos "conmensurables") hay matices. Naess pone todo el peso en los ecosistemas, incluyendo en ellos al ser humano. E incluso la visión de Dios tiene tintes de cierto panteísmo sincretista de la Nueva Era. Sin embargo, la Laudato Si´ pone todo su peso en el ser humano, y especialmente en las vístimas de un sistema tecnocientífico que margina a gran parte de la población mundial condenada a la pobreza (no solo económica, sino democrática y social). El problema ambiental no puede separarse del problema del grito de los pobres que piden ser tratados como seres humanos en un mundo dominado por el dinero.